VALORES ÉTICOS - 2º ESO -
CONTENIDOS BÁSICOS
1. SOMOS PERSONAS
Vamos a comenzar
este curso constatando algo que parece obvio: que somos personas.
Pero ¿qué
significar ser persona? ¿Un perro es una persona? ¿Y un bonobo?
Seguramente
pensaremos que ni un perro ni un bonobo son personas, que solo los seres
humanos somos personas.
Entonces ¿ser
«humano» y ser «persona» significan lo mismo? Un niño recién nacido, totalmente
incapaz de valerse por sí mismo, que no sabe razonar, ni siquiera hablar, que
no tiene ningún control sobre su cuerpo, ni siquiera sobre sus esfínteres, que
ni siquiera tiene conciencia de sí mismo ¿es una persona?
Pues, estrictamente
hablando, no. Pero hay una diferencia entre un niño humano y un perro o un
bonobo. Un niño humano puede llegar a ser una persona; un perro o un bonobo no.
Bien, de momento ya
tenemos algo claro: que persona es algo que se puede «llegar a ser», algo que
pueden «llegar a ser» los humanos. La persona es, por lo tanto, algo que «se
hace». Uno llega a hacerse persona.
Pero ¿en qué
consiste, entonces, eso de ser persona?
Ya hemos visto el
curso pasado que la palabra
castellana «persona» procede del
latín persõna, que era el término que
se empleaba para denominar a las máscaras que los actores llevaban en el teatro
(o también al personaje que interpretaban). Pero esta explicación del origen del
término no es suficiente para aclarar el significado de persona.
Actualmente podemos
definir la persona como: un ser consciente de sí mismo y de sus
decisiones, con capacidad para elegir lo que quiere hacer, y, por lo
tanto, con la capacidad, e incluso la obligación, de responsabilizarse
de lo que hace.
Por lo tanto, los seres humanos «nos hacemos» personas
en la medida en que tomamos conciencia de lo que hacemos, tomamos el control de
nuestras decisiones, y nos responsabilizamos de ellas ante nosotros mismos y
ante los demás.
Ahora bien, como ser persona es algo que uno
«llega a hacerse», y como este proceso de «hacerse persona» es muy complejo, y
en él intervienen muchos factores (que ya veremos), uno puede hacerse persona de
muchas maneras. A estas maneras de ser persona le denominamos personalidad.
Acerca qué es, y
como se construye, la personalidad hablaremos con más detalle en el próximo
apartado. Pero antes vamos a aclarar que se denomina, también, persona a una
corporación, una empresa, o una asociación, dado que tienen que responsabilizarse
de sus decisiones (de sus inversiones, de la calidad o características
sanitarias de sus productos, del trato a los empleados, etcétera). Pero en este
caso se les denomina personas jurídicas.
ACTIVIDADES
1. Subraya los
términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario,
en una página fiable de Internet o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte
útil el siguiente blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿Qué es una
persona?
3. ¿Por qué no
podemos decir de un perro o de un bonobo que sean personas? ¿O sí podemos
decirlo?
4. ¿En qué
sentido podemos decir de un niño recién nacido que no es una persona y en qué
sentido podemos decir que sí lo es?
5. ¿Qué sentido
tiene decir que uno no es, propiamente hablando, una persona, sino que «llega a
hacerse» persona?
6. ¿Sabrías
explicar -a partir de lo que hemos dicho en el apartado anterior-, qué es la
personalidad?
2. TENEMOS
PERSONALIDAD
Hemos visto que los seres humanos podemos «llegar a ser» personas. (Lo
normal es que todo ser humano llegue a ser persona, del mismo modo que los
seres humanos podemos llegar a hablar y comunicarnos mediante una lengua, pero
lo normal es que todos los seres humanos lleguemos a hablar y comunicarnos a
través de una lengua).
La persona es, por lo tanto, algo que «se hace», nos «hacemos» personas. Y
como es algo que «se hace», que «llegamos a ser», podemos hacernos personas de
muchas maneras. De ahí surge nuestra personalidad.
La personalidad es el conjunto de rasgos
(modos de ser, modos de conducirnos en nuestra vida), que nos identifican a cada uno de nosotros y nos diferencian de los demás.
La formación de la personalidad de cada uno es un proceso muy complejo (más
complejo que la construcción de cualquier máquina que puedas imaginar). Y en
ese proceso, en el proceso de formación de la personalidad, intervienen muchos
factores. Algunos de estos factores son internos a nosotros mismos, otros son
externos.
Un factor interno lo constituyen nuestros genes, la herencia genética que recibimos de nuestros padres. Y que nos
trasmiten ciertos rasgos que proceden de nuestros ancestros (de nuestros
padres, abuelos, bisabuelos, etc., biológicos).
Otros factores que influyen en nuestra personalidad son externos; esto es,
son ambientales, vienen del ambiente
en el que crecemos y nos desarrollamos. Entre estos factores están la época en la que hemos nacido y crecido,
la comunidad en la que hemos nacido
y crecido, los sistemas de aprendizaje,
los amigos, las circunstancias sociales (vivir en condiciones de pobreza extrema,
de bienestar, de paz, de guerra, de aceptación, de marginación, etc.).
No obstante, pese a que nuestra personalidad está influida por diversos
factores que no dependen de nosotros, tanto internos como externos, también es cierto
que los seres humanos somos seres conscientes
y racionales (por eso podemos llegar
a ser personas). Y, por lo tanto, podemos tomar consciencia de cómo somos, de
las cosas que nos están influyendo, y preguntarnos cómo queremos llegar a ser.
Esto es, podemos pensar por nosotros mismos, tenemos autonomía racional. Y eso nos permite dirigir nuestra propia vida,
determinar por nosotros mismos nuestra conducta, construir nuestra propia
personalidad (dentro, claro está, de ciertos límites).
Resumiendo: la personalidad se constituye a
partir de múltiples factores, muchos de los cuales no dependen de nosotros
mismos (y pueden ser internos, como la herencia genética, o externos, como la
época o la comunidad en las que hemos nacido, las circunstancias sociales, etc.);
pero, como seres conscientes y racionales que somos, podemos determinar también,
autónomamente, nuestra manera de ser.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado
no conozcas y búscalo en un diccionario, en una página fiable de Internet o
pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿Qué es la personalidad?
3. ¿Qué factores intervienen en el desarrollo de la
personalidad?
4. ¿Sabrías señalar algunos rasgos característicos de
tu personalidad? ¿Sabrías indicar de dónde proceden esos rasgos?
5. Si un niño vive y se desarrolla en una situación
de extrema pobreza, o de violencia social (guerra), o familiar (maltrato)
¿pueden tales factores influir en la formación de su personalidad? ¿Cómo crees
que influirán?
6. ¿Sabrías señalar algunos valores o virtudes que
formen parte de tu personalidad? ¿Serías capaz de explicar cómo has adquirido
esos valores o virtudes?
7. ¿Sabrías explicar qué es la autonomía racional?
¿Crees que esa autonomía racional puede intervenir en la formación de tu
personalidad? Razona la respuesta.
3. PERSONAS EN
CONSTRUCCIÓN: SOMOS ADOLESCENTES
Hemos visto en los apartados anteriores que los seres humanos podemos
llegar a ser personas (en
circunstancias normales todos llegamos a ser personas). Pero hemos visto,
también, que nos hacemos personas de muchas maneras. Por eso desarrollamos una personalidad (que es el conjunto de
rasgos o modos de ser que nos identifican y nos diferencian de los demás).
Pues bien, un periodo de nuestra vida que tiene una gran importancia en el
desarrollo de la personalidad es la adolescencia.
La adolescencia comienza con la entrada en la pubertad (en torno a los 10-13 años), y dura has los 19 o 20 años
aproximadamente.
En este periodo de tiempo se producen en nosotros cambios físicos y psicológicos notables.
Los cambios físicos comienzan
cuando ciertas glándulas que se encuentran en la cabeza (el hipotálamo y la
hipófisis) segregan ciertas hormonas
(FSH y LH) que pasan a la sangre. A través de la sangre llegan a las gónadas (ovarios y testículos)
provocando la secreción de las hormonas
sexuales).
Las hormonas sexuales son las
responsables del desarrollo de la madurez
sexual (desarrollo del ciclo menstrual
en las chicas y de los espermatozoides
en los chicos), y de los caracteres
sexuales secundarios (aparición de vello facial, desarrollo muscular y cambio
de la voz, en los chicos; desarrollo de las glándulas mamarias, acumulación de
grasa en ciertas zonas del cuerpo y menstruación en las chicas, y desarrollo y maduración
de los órganos sexuales, y aparición de vello en axilas y pubis en chicos y
chicas).
Pero además de todos estos cambios físicos (y en gran parte influidos por
estos cambios físicos) se producen, también, cambios de tipo psicológico (esto es, que afectan a
nuestra mente y a nuestra conducta). En la adolescencia se abandona la personalidad infantil, se desarrollan
sentimientos nuevos, se experimentan emociones nuevas, pero aun no se ha
desarrollado la personalidad adulta.
De modo que el adolescente puede tener la sensación difusa de que todavía no ha
«encontrado su sitio».
Estos cambios físicos y psicológicos tan notables hacen que en la
adolescencia desarrollemos una conciencia
de nosotros mismos más fuerte: nos hacemos preguntas acerca de nosotros
mismos que antes no nos hacíamos, nos preocupan aspectos de nosotros mismos que
antes nos pasaban desapercibidos. Y eso hace, también, que nos preocupe lo que
los demás piensan de nosotros.
Pero, al mismo tiempo, la necesidad de «hacernos un sitio», de encontrar
nuestro lugar en el mundo, de desarrollar una nueva personalidad adulta, nos
lleva, en esta etapa, a chocar frecuentemente con los padres, o con aquellos
que tienen alguna autoridad sobre nosotros. Y a buscar ser aceptados entre nuestros iguales. Por eso en esta etapa
se desarrolla el sentido de grupo, y
se le da mucha importancia a ser aceptado en el grupo, a ser valorado por el
grupo.
Y esto es importante porque las opiniones del grupo, lo que el grupo valora
como bueno o malo, positivo o negativo, correcto o incorrecto, lo que valora
como «guay», lo que «mola», lo asumimos como cosa nuestra. Y los valores que asumimos pasarán a tener
una importancia muy grande en la formación de nuestra personalidad.
ACTIVIDADES
1.
Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario, en una página fiable de Internet o pregúntaselo a tu
profesor. (Puede serte útil el siguiente blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. En la adolescencia se producen cambios muy fuertes
en nuestro cuerpo. ¿Cómo se desencadenan esos cambios? ¿Qué consecuencias
tienen?
3. En la adolescencia se produce, también, una crisis
de la identidad personal. ¿En qué consiste esta crisis? ¿Por qué se produce?
¿Qué consecuencias tiene?
4. Los grupos con los que nos identificamos adquieren
en esta etapa una enorme importancia. ¿Por qué crees que sucede esto? ¿Cómo
influyen tales grupos en el desarrollo de nuestra personalidad?
4. MI GRUPO Y YO
Los seres humanos somos seres sociales,
nacidos para vivir en comunidad. Solo podemos sobrevivir y realizarnos como
personas en el seno de una comunidad. Por eso hay una tendencia natural a
constituir grupos de diverso tipo.
Ese impulso es muy fuerte en la adolescencia.
Y ese impulso unido a que los jóvenes están reconstruyendo su personalidad (y
por ello chocan frecuentemente con padres, profesores, etc., esto es, con el
mundo adulto), les lleva a buscar su identidad en los grupos de iguales.
Tales grupos pueden ser grupos próximos, como los grupos de amigos, con los que compartimos afectos, aficiones, o,
simplemente, tratamos de divertirnos juntos. Pero también pueden ser grupos más
extensos con los que nos sentimos identificados por otras razones. Muchas veces
estos grupos extensos se constituyen en torno a una cierta identidad estética (gustos musicales, modos de vestir, modos de
vivir), e incluso política o deportiva. Por lo que constituyen auténticas propuestas
culturales. Por ello se habla de culturas
juveniles. Entre estas culturas juveniles podemos señalar la de los
rockers, mods, punks, emos, góticos, skaters, pokemones, raperos, pijos, etc. A
este tipo de grupos se les suele conocer como tribus urbanas.
Otras veces los jóvenes buscan su identidad, y sentirse integrados,
formando parte de bandas callejeras que bordean la delincuencia,
o que directamente, tienen finalidades delictivas. Entre estas podemos señalar
los Hell Angels, Trinitarios, Latin Kings, Ñetas, etc.
Pues bien, es normal, e incluso bueno para nuestro proceso de maduración
personal, identificarnos con un grupo de
referencia, que puede ser el grupo de amigos o una tribu urbana.
Pero es importante, también, para poder desarrollar nuestra propia
personalidad, pararnos a reflexionar sobre el tipo de relación que mantenemos
con ese grupo. Si esa relación me ayuda a ser más autónomo, a ser más yo mismo,
la relación será, sin duda, positiva. Pero si me siento anulado por el grupo de referencia, si me lleva a hacer cosas o a
adoptar actitudes con las que no me siento a gusto, entonces su aportación no
es positiva. Si hago cosas, o adopto actitudes, porque me siento presionado,
entonces no estoy ganando autonomía,
la estoy perdiendo. No aumento el control sobre mi conducta, sino que son otros
los que la controlan.
No debemos hacer cosas, o adoptar comportamientos o actitudes, simplemente
para no desentonar o porque queremos sentirnos
aceptados. El grupo no debe anular
al yo. Eso siempre trae consecuencias negativas. De hecho, a lo largo de la historia
ha habido movimientos políticos y culturales que preconizaban la subordinación
total del individuo a la colectividad, y eso ha traído consigo consecuencias
terribles.
ACTIVIDADES
1. Subraya los
términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario,
en una página fiable de Internet o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte
útil el siguiente blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿Qué es un grupo de referencia?
3. ¿Quién crees que tiene mayor influencia en tus
gustos, aficiones y valoraciones? ¿Tus padres o familiares? ¿Tus amigos?
¿Alguna tribu urbana con la que te sientas identificado? ¿La publicidad?
4. ¿Por qué crees que los grupos de referencia son
especialmente importantes para los adolescentes? (Si no crees que sea así
explica por qué).
5. ¿En qué consiste la autonomía personal? ¿Crees que
es importante desarrollar la autonomía personal? Explica por qué.
6. ¿En qué circunstancias crees que la identificación
con un grupo de referencia es positiva para desarrollar tu personalidad y tu
autonomía, y en qué circunstancias crees que es negativa?
7. ¿Qué relación hay entre autonomía y personalidad?
5. SOCIALES POR NATURALEZA
Hemos visto que en
la adolescencia adquieren mucha importancia los grupos de referencia,
los grupos con los que solemos identificarnos (sean los amigos, sean
otros grupos tales como tribus urbanas, grupos de fans, etc.).
Y hemos visto que
eso cumple un papel en la formación de nuestra personalidad; porque la
adolescencia es un momento de tránsito entre la personalidad infantil y la
adulta. Y buscamos modelos, referentes, para la construcción de esa
personalidad adulta.
Pero la necesidad
del grupo es mucho más que la tendencia de los adolescentes a identificarse con
ciertos grupos. La necesidad de vivir en comunidad está en la propia naturaleza
humana. Por eso podemos decir que los humanos somos sociales por
naturaleza.
¿Qué quiere decir
esto?
Llamamos animales
sociales a aquellos cuya vida se desarrolla en el seno de grupos
organizados, dentro de los cuales los individuos interactúan de
algún modo.
Esto es, para que
se pueda hablar de animales sociales estos tienen que vivir en grupo,
con algún tipo de interacción entre sí, que esté regulada de
alguna manera.
Así, son animales
sociales las abejas melíferas, muchas especies de hormigas, los lobos, etc. Pero
no son animales sociales las sardinas, por ejemplo, porque aunque se desplazan
por el mar en grandes grupos (bancos, le llamamos a eso), estos grupos no
cuentan con ningún orden, y los individuos no interactúan entre sí (no más de
lo que lo hacen los animales solitarios).
Pues
bien, los seres humanos también somos animales sociales. Estamos hechos de tal manera que no podríamos sobrevivir
si desde el momento de nacer, o incluso, dos o tres años después, nos
abandonasen a nuestra suerte. Esto sucede porque nacemos totalmente desvalidos: sin capacidad para
desplazarnos, sin órganos adecuados para cazar o procurarnos alimento de cualquier
otra forma, sin capacidad para defendernos de posibles depredadores, del frío,
del calor, etc.
Pero, incluso, aunque
consiguiésemos sobrevivir abandonados de pequeñitos (se ha dado algún caso
célebre), sin contacto con otros seres humanos no aprenderíamos a hablar. Y sin manejar un lenguaje
humano tampoco podríamos pensar del
modo como lo hacemos, tendríamos una capacidad de razonar limitadísima. Tampoco
tendríamos ningún sentido del bien o
del mal, de lo justo o lo injusto, de la belleza o la fealdad, etc.
Es decir, en caso de que
pudiésemos sobrevivir en esas condiciones (cosa muy improbable), nos
comportaríamos como unos animalitos torpes (pues ni siquiera tenemos unos instintos certeros, como los de los
animales, que nos indiquen cómo debemos actuar en cada momento). En definitiva:
no nos desarrollaríamos plenamente
como humanos.
La conclusión que podemos
sacar de todo esto es que somos seres sociales
por naturaleza (es decir, la naturaleza nos ha hecho de tal manera que nos
obliga a vivir en comunidad con otros seres humanos).
Pero los seres humanos somos
seres sociales de una manera muy peculiar. A las demás especies de animales
sociales le indica la propia naturaleza, a través de sus instintos, cómo deben organizar la comunidad en la que viven. Así,
por ejemplo, una termita «sabe», de modo instintivo, cómo tiene que comportarse
en el interior del termitero, que «normas» tiene que seguir, qué «papel» tiene
que desempeñar, etcétera.
En nuestro caso, sin embargo, la
conducta en relación con los demás, las normas por las que tenemos que
regularnos, el papel que hemos de desempeñar cada uno, etc., lo tenemos que
decidir los propios seres humanos; no está determinado de antemano; no se nos
indica mediante impulsos instintivos.
Es más, en nuestro caso la naturaleza
no nos indica cómo ha de organizarse en su conjunto la comunidad en la que hayamos de vivir. Por eso, a lo largo de su
historia los seres humanos han ensayado muchos modos de organización social:
en clanes, tribus, polis, señoríos feudales, Estados nacionales, etc.; con
muchas formas de gobernarse: aristocráticas, democráticas, autocráticas,
paternalistas, tiránicas, etc.
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no
conozcas y búscalo en un diccionario, en una página fiable de Internet o
pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿A qué llamamos «animales sociales»? (No confundas «sociales» con «sociables»).
3. ¿Qué quiere decir que los seres humanos somos «sociales por naturaleza»?
4. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene vivir en sociedad?
5. ¿Qué diferencias existen entre la manera de ser sociales de los animales
(hablamos de los animales sociales, como las termitas, las abejas melíferas,
etc.) y la manera de ser sociales de los seres humanos?
6. ¿Pueden vivir las termitas en sociedad sin normas? Razónalo.
7. ¿Podríamos vivir los seres humanos en sociedad sin normas? Razónalo.
8. Para pensar: en la literatura hay ejemplos muy conocidos de seres
humanos que sobreviven al margen de todo contacto con miembros de su especie,
los más conocidos son Tarzán y Mowgli. ¿Te parecen creíbles tales personajes?
Razónalo.
9. Pero sí conocemos casos de niños «salvajes», niños que han sobrevivido
desde muy pequeños al margen de todo contacto humano. El caso más célebre es el
de Víctor de Aveyron. Busca información sobre este caso y describe las características
del «pequeño salvaje». ¿Tiene alguna similitud este caso real, con los «niños
salvajes» de la literatura y el cine, como pueden ser Tarzán o Mowgli?
6. ANIMALES POLÍTICOS
Hemos dicho que los
seres humanos somos sociales por naturaleza. Pero ¿qué nos
permite justificar tal cosa? ¿En qué nos basamos para sostener que somos
sociales «por naturaleza»?
Que somos sociales
es un hecho. Vivimos organizados en comunidades, interactuando
unos con otros. Y es un hecho también que nacemos singularmente desvalidos.
No solo físicamente, sino también emocionalmente e intelectualmente.
Y tardamos un periodo muy largo de tiempo en alcanzar las habilidades
físicas que nos permitirían sobrevivir por nuestros medios. Y más tiempo
aun en alcanzar las capacidades y destrezas intelectuales y emocionales
que nos permiten desarrollarnos como humanos plenos. La fundamental de estas
destrezas es hablar un lenguaje humano, que empleamos para comunicarnos,
pero también para pensar. Y todo esto solo se puede hacer viviendo en
comunidad. La conclusión que podemos sacar es que necesitamos a la comunidad, no
solo para sobrevivir, sino también para llevar una vida propiamente humana,
plenamente humana.
El primero que
reflexiona profundamente sobre esta singular condición humana fue el filósofo
griego Aristóteles, que vivió en el siglo IV a. C.
Los griegos de la
época de Aristóteles vivían organizados en polis (en ciudades-Estado). Y
de ahí es de donde procede el término política. Política significa,
literalmente, lo que atañe a la polis, lo que tiene que ver con nuestra vida
como ciudadanos, como miembros de un Estado.
Pues bien,
Aristóteles dice que el ser humano es un zoon
politikón, esto es, un animal político, que es su manera de decir que
el ser humano es un ser social por naturaleza, nacido para vivir en sociedad.
Ahora bien, ya en
su época había quienes cuestionaban tal cosa. Por ejemplo, algunos sofistas.
La polis, decían, se regula por leyes y costumbres que varían de
un sitio a otro, de una época a otra. Esto prueba que tales leyes y costumbres
no son naturales, sino convencionales. Y si la polis se regula por tales
leyes convencionales eso significa que la propia polis es una «construcción
artificial», de la que se puede prescindir.
Frente a estos,
Aristóteles presenta dos «pruebas» de que la naturaleza nos hizo para vivir en
comunidad. Estas pruebas son las siguientes:
1. Los animales
(algunos al menos) tienen la capacidad de comunicar emociones (ira,
miedo, placer, etc.). A esta capacidad le llama Aristóteles, «tener voz».
Pero solo los seres humanos tienen un lenguaje que les permite reflexionar
sobre lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, etc., capacidad a la que
Aristóteles denomina «tener logos
(= palabra, razón)». Y si el ser humano tiene esa capacidad, dice Aristóteles,
es para poder organizar la vida en comunidad, pues viviendo solo no le serviría
para nada.
2. Solo en la
comunidad encuentran los seres humanos lo necesario para alcanzar el bienestar
material, y para desarrollar las virtudes (llama así a las
capacidades intelectuales y emocionales que puede desarrollar un ser humano). Y
solo con el bienestar material y el desarrollo de las virtudes podemos llevar
una vida plenamente humana, y, por lo tanto, feliz.
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del
cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en una página
fiable de Internet o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Por qué podemos decir que es un hecho que somos
animales sociales? b) ¿Y por qué podemos decir que somos sociales «por
naturaleza»?
3. Aristóteles sostiene que el ser humano es un zoon politikon.
¿Por qué dice eso?
4. ¿Qué significa que algo sea «convencional»?
5. ¿Qué argumentos da Aristóteles para sostener que
los seres humanos somos sociales «por naturaleza»?
6. Para pensar: parece obvio que los seres humanos no
podríamos sobrevivir ni realizarnos plenamente como humanos al margen de la
convivencia con otros humanos. Sin embargo, también es obvio que para que la
convivencia sea posible creamos leyes y costumbres que son distintas en cada
país y en cada época. Lo que parece significar que esas leyes y costumbres no
son naturales, sino convencionales. Pero, entonces, ¿somos sociales por
naturaleza o no? ¿Cómo explicarías esta aparente paradoja?
7. GOBIERNOS CORRECTOS E INCORRECTOS
Hemos visto en la Ficha
6, que los sofistas decían que las leyes son convencionales (y,
por lo tanto, no son naturales). Pero las leyes están para organizar la sociedad.
De modo que, si las leyes son convencionales, y las leyes organizan la sociedad,
la sociedad también será convencional (algo artificial).
Frente a los
sofistas, Aristóteles sostiene que la sociedad es un producto natural,
porque los seres humanos no podrían desarrollarse plenamente como
humanos si viviesen desde pequeños al margen de la sociedad. De hecho, no
podrían desarrollarse de ninguna manera, al margen de la comunidad lo normal es
que se muriesen. Y, además, los seres humanos disponemos de un instrumento
extraordinario, que es el habla, y que solo sirve para comunicarnos,
para vivir en comunidad.
Entonces, ¿quién
tiene razón? ¿Los sofistas o Aristóteles? ¿Es la sociedad un producto
convencional, cómo pensaban los sofistas, o es un producto natural,
como sostiene Aristóteles?
Pues ambos tienen
parte de razón: los seres humanos somos sociales por naturaleza, no
podemos vivir ni desarrollarnos como personas fuera de la comunidad. Pero para
vivir en comunidad tenemos que adoptar leyes y costumbres, que regulen la
convivencia de unos con otros. Y esas leyes y costumbres son convencionales,
las podemos cambiar a voluntad.
Y aquí tenemos otro
problema que resolver: ¿Si las leyes y costumbres son convencionales, qué leyes
y costumbres tenemos que establecer? ¿Y quién las establece? (De momento vamos
a dejar de lado las costumbres y nos centraremos solo en las leyes).
Aristóteles es uno
de los primeros filósofos que reflexiona sobre estas cosas. Y concluye que las
leyes deben que tener por objeto instaurar el bien común.
¿Y qué es el bien
común? Pues aquellas condiciones que permitan a «todos» los «ciudadanos» llevar
una vida plena, plenamente humana, y, por lo tanto, feliz. Y
tales leyes tienen que ser puestas en marcha por los gobiernos (aunque no las
hagan los gobiernos).
De modo que, según
Aristóteles, serán gobiernos correctos aquellos que defiendan el bien
común, y gobiernos incorrectos los que defiendan el bien particular
(aunque sea el de la mayoría). ¿Y quién tiene que gobernar? Eso, según
Aristóteles, da igual. Puede gobernar uno, una minoría o la mayoría. Pero lo
importante es cómo se gobierna y no quién gobierna.
Así, dice
Aristóteles, los gobiernos correctos pueden ser:
(1) Monarquía:
cuando gobierna uno al servicio del bien común.
(2) Aristocracia:
cuando gobierna la minoría al servicio del bien común.
(3) República:
cuando gobierna la mayoría al servicio del bien común.
Y los gobiernos
incorrectos pueden ser:
(1) Tiranía:
cuando gobierna uno al servicio de sus intereses.
(2) Oligarquía:
cuando gobierna la minoría (los ricos) al servicio de sus intereses.
(3) Democracia:
cuando gobierna la mayoría al servicio de sus intereses.
Para terminar esta
ficha conviene aclarar dos cosas (que no entran en la evaluación pero no está
de más mencionarlas):
(1) En tiempos de
Aristóteles no se consideraba ciudadanos a todos los seres humanos, sino
solo a los varones, libres, nacidos en la polis e hijos de nacidos en la polis.
Es decir, no se consideraba ciudadanos ni a las mujeres, ni a los esclavos
(pues había esclavos), ni a los extranjeros o hijos de extranjeros.
(2) Lo que hoy
entendemos por monarquía, república y democracia no es
exactamente lo mismo que lo que entendía Aristóteles con tales términos. (Pues,
entre otras cosas, hoy, en las monarquías parlamentarias, los reyes no
gobiernan. Y las democracias actuales son inseparables de la concepción
republicana del Estado. Y las monarquías parlamentarias actuales también son
inseparables de la concepción democrática y republicana de Estado).
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del
cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en una página
fiable de Internet o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿Qué es natural y qué es
convencional en la constitución de la sociedad?
3. ¿Qué es un gobierno
correcto y qué un gobierno incorrecto según Aristóteles?
4. ¿Qué tipos de gobiernos
correctos hay y por qué se caracteriza cada uno, según Aristóteles?
5. ¿Qué tipos de gobiernos
incorrectos hay y por qué se caracteriza cada uno según Aristóteles?
6. Para pensar: ¿cómo crees
tú que debería ser un gobierno correcto?
7. Busca información e
indica cinco países con democracias plenas actualmente y cinco con gobiernos
autoritarios (no democráticos). Puedes encontrarla en las siguientes páginas:
8. Para trabajar en grupo: a)
Busca información y explica qué es una democracia, qué es una república, que es
una monarquía feudal, qué es una monarquía absolutista, qué es una monarquía
constitucional y qué es una monarquía parlamentaria. b) Busca información y
explica qué diferencia hay entre la democracia de la Grecia antigua y las
democracias actuales. c) Busca información y explica qué entendía Aristóteles
por república, qué entendía Francisco de Vitoria por república, qué entendía
Hobbes por república, qué entendía Kant por república y qué se suele entender
hoy por república.
8. LA SOCIEDAD, ¿UN CONTRATO?:
LA EXPLICACIÓN DE HOBBES
Recordemos que
Aristóteles decía que el ser humano es un zoon politikón (= animal político), con ello quería dar a
entender que el ser humano es un ser social por naturaleza.
Sin embargo, muchos
siglos más tarde, en el Renacimiento y el mundo moderno, aparecen una serie de
filósofos que creen que la sociedad es, en cierto modo, una construcción
artificial. Según estos filósofos la sociedad y el Estado son fruto
de un contrato social (es decir, son fruto de un pacto, de un acuerdo).
A los pensadores
que defienden la existencia de dicho pacto o contrato se les conoce como contractualistas.
El contractualismo fue defendido por teólogos y filósofos españoles del siglo
XVI como Francisco de Vitoria, Juan de Mariana o Francisco
Suárez. Pero alcanzó su pleno desarrollo con Thomas Hobbes, John
Locke, y Jean-Jacques Rousseau.
En esta ficha vamos
a limitarnos a explicar la teoría contractualista de Hobbes.
Hobbes, como el resto de los contractualistas,
sostiene que el Estado es una
construcción artificial, que los
hombres crean mediante un contrato
(también llamado acuerdo o pacto).
Hobbes usa las palabras y expresiones «Estado», «república», «sociedad civil»
y «comunidad política» como
sinónimos. De modo que, según Hobbes:
ESTADO = REPÚBLICA
= SOCIEDAD CIVIL = COMUNIDAD POLÍTICA
***
Para explicar cómo surge el Estado Hobbes sigue una
serie de pasos:
(1) Comienza preguntándose qué pasaría si no hubiera Estado.
Pues bien, si eliminamos el Estado hay que suponer
que los hombres vivirían como los animales, siguiendo las leyes de la naturaleza. Por eso, a ese modo de vivir le denomina
vivir en «estado de naturaleza».
(2) Vale. Imaginemos ahora que ya hemos eliminado el Estado.
Eliminar el Estado significa eliminar los gobernantes (tales como presidentes del
gobierno, Jefes del Estado, presidentes de comunidades autónomas, alcaldes,
concejales, etc.), eliminar los diputados
y senadores, eliminar los jueces, eliminar los policías, eliminar las leyes, eliminar las instituciones públicas (tales como los
centros de enseñanza, la sanidad, etc.).
Bien, hemos eliminado el Estado y vivimos en estado de naturaleza. ¿Cómo sería ese
estado de naturaleza?
Para responder a esa pregunta vamos a observar cómo
viven los animales salvajes
(aquellos que no han sido domesticados ni sometidos por los seres humanos).
Pues bien, los animales salvajes se mueven por dos tipos de impulsos naturales, que son:
(a) Autoconservarse
(es decir, conservar su propia vida).
(b) Satisfacer
sus deseos.
De modo que, según Hobbes, en estado de naturaleza
los seres humanos también se moverían arrastrados por estos dos tipos de impulsos:
los humanos harían lo necesario para autoconservarse
y satisfacer sus deseos. (A estos
impulsos naturales les denomina Hobbes derechos
naturales).
Pero hay una diferencia entre los animales salvajes
y los seres humanos.
Los animales salvajes tienen unos deseos muy
simples. Se limitan a desear beber cuando tienen sed, a desear comer cuando
tienen hambre y a desear copular cuando están en celo y su apetito sexual es
estimulado.
Pero los seres humanos tenemos capacidad de pensar e imaginar. Por eso podemos llegar a desear un montón de cosas más,
tales como robar lo que consiguen otros con su esfuerzo; matar a otros para
apropiarnos de sus cosas o para evitar que compitan con nosotros por la comida,
la bebida o el sexo; esclavizar a otros para que trabajen para nosotros, etc.
Por eso, en estado de naturaleza, la vida de los
seres humanos sería una especie de guerra
de todos contra todos. En ese estado cualquier puede robar a otro, matarlo,
esclavizarlo, divertirse a su costa, humillarlo, etc. Es decir, el estado de
naturaleza es la peor situación imaginable.
(3) Dado que esa situación es tan terrible, los
seres humanos, que tienen la capacidad de pensar e imaginar, tratarán de pensar
en una manera de salir de ese estado de naturaleza. Y así descubren que la única
forma de salir del estado de naturaleza es mediante un pacto social (o contrato social, se le puede llamar de las dos
maneras).
¿Y en qué consistirá ese pacto, o contrato, social?
Pues el pacto consistirá en que cada ser humano
renuncie a sus derechos naturales a condición de que todos los demás hagan lo
mismo. Es decir, consistirá en un pacto mediante el cual cada uno renuncia a
hacer lo que le dé la gana y someterse a unas leyes a condición de que los
demás hagan lo mismo.
(4) Pero claro, puede suceder que yo me comprometa
a aceptar ese pacto cuando me conviene y luego lo rompa porque ya no me
conviene. Como los demás también pueden hacer lo mismo el pacto se rompe y
volvemos al estado de naturaleza.
Por eso hay que buscar una forma de obligar a todos a cumplir el pacto.
¿Y qué forma puede ser esa?
Pues entregando el poder a un individuo o asamblea (grupo de individuos), para que
imponga leyes y organice la sociedad (obligando a todos a cumplir las leyes). Y,
además, dice Hobbes, ese poder tiene que ser absoluto, para que nadie pueda hacerle frente, porque si no
volvemos al conflicto de unos poderes con otros y acabamos otra vez en estado
de naturaleza.
Ese poder absoluto creará leyes para organizar la vida
en común y obligará a todos a cumplirlas, castigando a quien las incumpla.
Y así es como nace el Estado, también llamado república,
también llamado sociedad civil o comunidad política.
(5) Llegados a este punto se podría preguntar, ¿y
qué pasa si ese poder absoluto es injusto, o hace leyes injustas?
Pues según Hobbes ese es un mal menor que hay que asumir. Pues siempre será mejor un orden malo
que ningún tipo de orden.
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿A qué se denomina teoría del
pacto o contrato social? b) ¿A qué llamamos pensadores contractualistas?
3. ¿A qué denominan los pensadores
contractualistas «estado de naturaleza»?
4. a) ¿Qué tipos e impulsos mueven a
los animales salvajes a la acción? b) ¿Y qué tipos de impulsos moverían a los
humanos en estado de naturaleza a la acción? c) ¿Qué diferencia hay, sin
embargo, entre los animales salvajes y los seres humanos que viviesen en estado
de naturaleza?
5. a) ¿Cómo imagina Hobbes que sería
vivir en un «estado de naturaleza»? b) ¿A qué denomina Hobbes derechos
naturales?
6. a) ¿Cómo explica Hobbes el origen
del poder político y del Estado? b) ¿Por qué dice que el poder político tiene
que ser incuestionable, es decir, absoluto?
7. ¿Sabrías explicar qué fue el
absolutismo?
9. LA SOCIEDAD, ¿UN CONTRATO?:
LA EXPLICACIÓN DE LOCKE
John Locke es otro de
los grandes pensadores contractualistas. Y, como tal, coincide con
Hobbes en que el poder político, y, por lo tanto, el Estado, surge de un pacto
o contrato social. (Es decir, de un acuerdo establecido entre los
individuos).
Pero Locke discrepa de Hobbes en dos cosas fundamentales: (1) No cree que
el estado de naturaleza sea tan terrible como lo pintaba Hobbes. (2) No cree
que la función principal del poder político sea velar por el orden y la
seguridad, como creía Hobbes.
***
Para explicar cómo surge el poder político, y, por lo tanto, el Estado,
Locke sigue los siguientes pasos:
(1) Comienza preguntándose (al igual que Hobbes), que pasaría si no
hubiera Estado.
Pues bien, si no hubiera Estado los hombres vivirían
en estado de naturaleza. Pero, según
Locke, en ese estado los seres humanos poseen unos derechos naturales que son dados por Dios, y también poseen una capacidad racional que les permite
conocer esos derechos y tomar decisiones
libres.
Los derechos naturales que poseen los seres humanos
y que todos pueden conocer con el uso de la razón son el derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad
y el derecho a castigar a quien no
respete sus derechos.
Como todos los seres humanos poseen tales derechos
naturales y poseen la razón que les permite conocer esos derechos, lo habitual
es que en estado de naturaleza los hombres convivan
en un estado de libertad e igualdad.
De esa convivencia surge la sociedad civil. Locke llama así a la sociedad que surge de
la colaboración espontánea de unos con otros, y de las relaciones
comerciales que se establecen entre unos y otros.
(2) Pero estas relaciones
comerciales acaban produciendo las desigualdades económicas. Los más
hábiles, con más suerte, o situados en mejores zonas, acaban acaparando más
riqueza. Aparecen entonces las diferencias entre los más ricos y los menos
ricos, dando origen a los conflictos de intereses. Y a veces esos
conflictos llevan a que unos hombres no respeten los derechos naturales de
otros.
(3) Para solucionar esos
conflictos y obligar a los individuos a que respeten los derechos naturales de
los demás los hombres hacen un pacto o contrato, por el que
acuerdan crear un poder político, dando origen al Estado.
Pero el poder político (y
el Estado) se crea con la finalidad de mediar en caso de conflictos de
intereses, y obligar a los individuos a respetar los derechos naturales. Para
ello debe establecer las leyes adecuadas.
(4) Con la creación del
Estado, dice Locke, los individuos no renuncian a sus derechos naturales (los que
hemos señalado antes). Por eso, las leyes creadas por el poder político no
podrán ir, en ningún caso, contra los derechos naturales de los individuos. Si
fuese así, si el poder político crease leyes que van contra los derechos
naturales de los individuos, tales leyes serían ilegítimas, y los
individuos tendrían el derecho de rebelarse contra el poder político
(porque uno de los derechos naturales, según Locke, es el derecho a castigar a
quienes violen esos derechos).
Como el poder político se
crea para mediar en caso de conflicto, y no puede conculcar los derechos
naturales de los individuos, tal poder político no puede ser absoluto. El
modelo de Estado que defiende Locke, frente a Hobbes, es el liberal.
El
modelo liberal de Estado se caracteriza por: (1) Se le reconocen al
individuo unos derechos inviolables. (2) El poder político debe estar limitado.
(3) Debe haber separación de poderes en el Estado para garantizar que
ninguno se propase de sus funciones. (Hoy consideramos que debe haber
separación entre el poder legislativo, el poder ejecutivo y el poder judicial).
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿Qué características tiene el estado de naturaleza según Locke?
3. ¿Qué son los derechos naturales? ¿Cuáles son los derechos naturales
según Locke?
4. ¿Por qué, y para qué, se hace el contrato social, según Locke?
5. ¿Cuál es la finalidad del poder político, según Locke?
6. ¿Tienen derecho a rebelarse frente al poder político los individuos
según Hobbes? ¿Y según Locke? ¿Por qué defiende Locke el derecho a la rebelión
pero Hobbes no?
7. Busca información sobre el
modelo absolutista y el liberal de Estado. Señala las diferencias fundamentales
entre uno y otro.
10. LA SOCIEDAD, ¿UN CONTRATO?:
LA EXPLICACIÓN DE ROUSSEAU
Jean-Jacques Rousseau es el tercero
de los grandes pensadores contractualistas. (Recuerda que pensadores contractualistas
son aquellos que sostienen que el poder político, y, por lo tanto, el Estado,
surge de un pacto social). Rousseau vive en el siglo XVIII, y muere en
1778, poco antes de estallar la Revolución francesa, de la que es uno de
los más importantes inspiradores.
Al igual que los
demás pensadores contractualistas que hemos visto (Hobbes y Locke), Rousseau trata
de aclarar cómo sería la vida del ser humano en estado de naturaleza, trata de
aclarar cómo y por qué ha salido el ser humano del estado de naturaleza y cómo
se ha constituido el poder político. Pero Rousseau propone algo novedoso,
propone una transformación radical de la sociedad y del poder político de su
época. Para ello propone poner en marcha un nuevo pacto social, que
instaure un poder político distinto, más igualitario, que dé poder al pueblo.
Eso será lo que intentarán hacer, unos años después de su muerte, los
revolucionarios franceses. (La Revolución francesa estalla en 1789).
Vamos a ver paso a
paso cómo imagina Rousseau que es el estado de naturaleza, cómo cree él
que han surgido el poder político y las sociedades organizadas, y
lo que propone para reformar la sociedad y cambiar el poder político.
***
(1) El estado de
naturaleza. Rousseau comienza, al igual que Hobbes y Locke, tratando de
imaginar cómo sería la vida del hombre en estado de naturaleza. Para ello,
dice, es necesario quitar de la vida humana todo lo artificial (aquello debido
a la sociedad de su época).
Vamos a quitar
entonces la diferencia entre nobles y plebeyos, dado que esta es una diferencia
social artificial. Vamos a quitar las leyes que permiten a unas personas hacer
unas cosas y a otras hacer otras cosas distintas, que también es algo social y
artificial. Quitaremos las diferencias de riqueza vinculadas a la posesión de
dinero o a la herencia, que también es algo artificial. Etc. Y lo que queda después
de eso sería el hombre natural.
Pues bien, según
Rousseau, el estado de naturaleza sería así:
(a) Los hombres viven aislados,
dado que la única comunidad natural es la familia.
(b) Dado que, en ese estado, los hombres no han sido corrompidos por los
vicios, en su mayoría son fuertes, sanos y autosuficientes.
(c) En tal estado los seres humanos son básicamente iguales, ya que las desigualdades que existen se deben únicamente
a sus condiciones físicas, tales como la edad, el sexo, la salud, la fuerza,
etc., pero no hay desigualdades producidas por la riqueza, el poder, los
honores, etc.
(d) Los hombres se mueven en virtud de dos pasiones o impulsos básicos,
que son: (i) El deseo de autoconservación: que los lleva a intentar satisfacer sus escasas necesidades
naturales (comida, abrigo, sexo). (ii) La piedad o compasión por sus
semejantes: impulso que nace de la capacidad de identificarse con los demás.
(e) En tal estado los hombres poseen una libertad natural, que es la capacidad que tienen los seres humanos
para elegir lo que quieren hacer al margen de cualquier regla natural.
(f) Finalmente, en tal estado los hombres tienen una capacidad de de autoperfeccionamiento, que es la capacidad
que tienen los seres humanos, tanto a nivel individual como colectivo, de
transformar sus vidas.
Estas dos
últimas características (la libertad natural y la capacidad de
autoperfeccionamiento) son las que diferencian a los humanos de los animales.
(2) El abandono del estado de naturaleza. Rousseau
explica el abandono del estado de naturaleza para constituir una sociedad
política del siguiente modo:
En un primer
momento los seres humanos pudieron descubrir que su unión les proporcionaba ciertas ventajas para defender mejor sus intereses. La costumbre de vivir unidos hizo que se desarrollasen
ciertos lazos afectivos y pasiones antes desconocidos: el amor
conyugal y paterno, la amistad, los celos, la comparación entre unos y otros,
las preferencias, el orgullo, etc.
En un segundo
momento apareció la propiedad privada, que trajo consigo el trabajo
forzado, la rivalidad y los intereses opuestos, la inseguridad, etc., y se
convirtió en origen de una desigualdad
creciente. El estado de naturaleza dejó paso a un estado de conflicto, de guerra.
Fue entonces
cuando, para evitar ese estado de guerra, los hombres instituyeron gobiernos y leyes, dando origen a la sociedad
política o Estado. Pero los
Estados así instituidos solo sirvieron para consolidar la situación de desigualdad
e injusticia a la que se había llegado, al mismo tiempo que las leyes se
convertían en nuevas cadenas que impedían la libertad humana.
(3) La reconstrucción de la sociedad. Para superar
esta situación, Rousseau propone reformar las sociedades actuales con el
objeto de crear un modo de organización política que permita mantener las
ventajas de vivir en sociedad, pero que sea acorde con la naturaleza humana.
Para llevar a
cabo esta reforma es necesario encontrar un modo de organización en la que
el individuo se someta a la ley sin
perder su libertad e igualdad anteriores. Este problema se
resuelve con un pacto o contrato social.
El contrato
social consistirá, para Rousseau, en un acuerdo
mediante el cual cada contratante se somete enteramente a la voluntad
general, a condición de que cada uno de los demás asociados haga lo mismo.
La voluntad general es la voluntad que
surge de la unión de todos los individuos estableciendo leyes que han de ser aplicadas por
igual a todos.
De ese modo,
al apoyar cada contratante unas leyes que sabe que van a regir sobre sí mismo
igual que sobre cualquier otro, los intereses particulares se desvanecen y se
instaura el bien común.
Lo que
Rousseau entiende por voluntad general tiene unas características similares a
lo que en la teoría política actual se denomina voluntad popular, que
es el fundamento de nuestros sistemas democráticos. Por esta razón suele
considerarse a Rousseau el primer defensor teórico de la democracia moderna.
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Qué características tiene el estado de naturaleza según Rousseau? b)
¿Cuáles de estas características nos diferencian de los animales?
3. ¿Qué es lo que ha provocado históricamente el abandono del estado de
naturaleza?
4. ¿Con qué problemas se encuentra la vida humana tras el abandono del
estado de naturaleza?
5. ¿Por qué hay que reformar la sociedad según Rousseau?
6. ¿Qué propone Rousseau para lleva a cabo esta reforma de la sociedad?
7. ¿Qué entiende Rousseau por voluntad general?
8. ¿Por qué se puede decir que la doctrina de Rousseau conduce a defender
un modelo democrático de poder político?
9. Compara, mediante una tabla, la teoría política de Hobbes, Locke y
Rousseau. ¿Con cuál estás más de acuerdo y por qué?
11. SERES
MORALES
Hemos comenzado este curso mostrando como los
seres humanos podemos «llegar a ser» personas.
También hemos visto que una persona es un
ser consciente de sí mismo y de sus decisiones, con capacidad para elegir
lo que quiere hacer, y, por lo tanto, con la obligación de responsabilizarse
de lo que hace.
En las fichas
siguientes hemos ido viendo como los seres humanos nos hacemos personas en relación
con otras personas. Solo podemos llegar a ser realmente personas entre
otras personas. Por eso se puede decir que los seres humanos somos seres sociales
por naturaleza.
Luego hemos visto
cómo a lo largo de la historia muchos filósofos han reflexionado sobre la sociedad,
tratando de explicar cómo se origina y cuál es su función. Así, hemos visto
como en el mundo griego antiguo los sofistas decían que las leyes que
gobiernan la polis son convencionales, mientras que Aristóteles
decía que la polis es un producto natural, y que por ello el ser humano es un animal
político.
A continuación,
hemos visto como en el mundo moderno los pensadores contractualistas
dicen que la sociedad (o al menos el poder político que regula la vida social)
es fruto de un pacto o contrato. Aunque no coinciden al explicar cómo
era la vida humana antes de la creación del poder político, ni en la manera de
entender la organización de la sociedad. (Se puede decir que van evolucionando:
Hobbes defiende el absolutismo, Locke el liberalismo y Rousseau
la democracia).
Resumiendo: hasta
ahora hemos visto la relación entre política y persona. Ahora
vamos a ver la relación entre persona y moral.
Para ello vamos a
comenzar recordando, otra vez, que los seres humanos nos distinguimos de otras
especies animales en que somos conscientes, con capacidad de razonar
y capacidad de elegir.
Los animales tienen
una vida predeterminada. Esto quiere decir que lo que hacen está
determinado por sus instintos, que les impulsan a actuar siempre de la
misma manera (o de manera muy parecida). Pero los seres humanos podemos
reflexionar sobre lo que queremos hacer, y sobre las consecuencias de nuestras
decisiones, antes de actuar. Podemos hacer proyectos o planes de
vida antes de tomar una decisión. Eso significa que podemos elegir, que
somos libres, y que no tenemos una vida predeterminada.
Pero no tener una
vida predeterminada, ser libres, tener capacidad de elegir, tiene varias
consecuencias:
(1)
Necesitamos normas para organizarnos, para convivir o para alcanzar
ciertos objetivos. (Los animales no las necesitan porque funcionan siguiendo
sus instintos).
(2) Necesitamos criterios
para elegir. Por ejemplo, elegimos comprar un coche, y no otro, porque es más
seguro, o más bonito, o más barato. Elegimos una comida, y no otra, porque es
más sabrosa, o más saludable. Elegimos hacer una cosa y no otra porque es más
divertida, o más justa. Etc. A algunos de estos criterios para elegir se les
denomina valores. Así, la seguridad, la belleza, la justicia, etcétera,
son valores.
(3) Somos responsables
de lo que hacemos. Dado que lo que hacemos es una decisión nuestra tenemos que
cargar nosotros (apechugar, como se suele decir) con sus consecuencias.
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿Qué rasgos fundamentales nos diferencian de otras especies animales?
3. ¿Qué significa que los animales tienen una vida predeterminada?
4. ¿Qué consecuencias fundamentales tiene ser libres, tener capacidad de
elegir?
5. a) ¿Por qué necesitamos normas? b) ¿Por qué los animales no necesitan
normas?
6. a) ¿Para qué nos sirven los valores? b) Pon tres ejemplos de valores
(mejor si no aparecen en el texto).
7. ¿Por qué ser libres nos convierte en responsables de lo que hacemos?
12. NORMAS Y VALORES «MORALES»
Hemos visto que los
seres humanos no tenemos una vida predeterminada, como los animales,
sino que tenemos que elegir, tenemos que decidir continuamente qué hacer
o qué no hacer.
Por eso los seres
humanos necesitamos normas, que son ciertas reglas de conducta para
poder convivir o para que nos indiquen cómo alcanzar ciertos objetivos.
Y necesitamos tener
criterios para elegir, y objetivos que elegir. A algunos de estos
criterios u objetivos les denominamos valores.
Los valores
son ciertas cualidades abstractas
que hacen valiosos a sus poseedores. Los valores pueden ser poseídos por las cosas (así, de un jarrón podemos decir
que es «bonito»), las personas (de
una persona podemos decir que es «generosa»), las acciones (de un comportamiento podemos decir que es «prudente»), y
también pueden servir para orientar las relaciones entre personas, para
orientar las relaciones sociales o
comunitarias (valores tales como la «seguridad»,
la «solidaridad», la «justicia», etc.).
Por eso podemos decir que «los valores son
cualidades que poseen las personas, las cosas, las acciones, o las situaciones,
y que nos hacen preferirlos frente a aquellas que carecen de esas cualidades».
Pero existen muchos tipos de normas y valores
diferentes. Las normas y valores pueden ser:
(1) Estéticos.
Ejemplo de norma estética: «no se debe mezclar rojo con rosa en un vestido».
Ejemplos de valores estéticos: «belleza», «elegancia».
(2) Religiosos.
Ejemplo de norma religiosa: «no dirás el nombre de Dios en vano». Ejemplos de
valores religiosos: «santidad», «caridad» (que son valores válidos en general
para cristianos, musulmanes, judíos y de otras religiones).
(3) Vitales.
Ejemplo de normas vitales: «la alimentación debe ser equilibrada». Ejemplos de
valores vitales: «salud», «alegría».
(4) Jurídicos.
Ejemplo de normas jurídicas: «ningún
español de origen podrá ser privado de su nacionalidad» (Artículo 11 de la Constitución
española). Ejemplo de valor jurídico: «justicia».
(5) Usos sociales. Ejemplo usos sociales: «no
debes eructar en público».
(6) Morales.
Ejemplo de normas morales: «no hagas a otro lo que no quieras que te hagan a
ti». Ejemplos de valores morales: «solidaridad», «fidelidad».
Pues bien, ¿qué es lo que caracteriza a las normas
y valores morales? ¿Qué tienen de
peculiar tales normas y valores que les diferencia de otros
tipos de normas y valores?
Lo que tienen de peculiar es que las normas y
valores morales funcionan porque los individuos los hacen suyos, los asumen
como cosa propia, los asumen «en
conciencia».
Eso las diferencia de, por ejemplo, las normas y
valores religiosos, que funcionan
porque el individuo los asume como mandato de Dios, los dioses, o algún libro
sagrado. Las diferencia de las normas y valores jurídicos, que funcionan porque el Estado (a través de los jueces y
la policía), castiga a quien los incumple. O las diferencia también de los usos sociales que funcionan porque si
los incumples la gente te castiga con su desprecio, su indiferencia, etc.
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Qué son las normas? b) ¿Qué tipos de normas conoces? Pon un ejemplo
de cada tipo.
3. a) ¿Qué son los valores? b) ¿Qué tipos de valores conoces? Pon un
ejemplo de cada tipo.
4. ¿Qué es lo que caracteriza a las normas y valores morales?
5. ¿Qué es asumir una norma o valor «en conciencia»?
6. Para pensar. ¿Es posible una vida humana sin ningún tipo de normas y
valores morales? Razónalo.
13.
DE LA MORAL A LA ÉTICA
Vamos a recordar
que los seres humanos necesitamos normas, que son ciertas reglas de conducta
para poder convivir o para que nos indiquen cómo alcanzar ciertos objetivos. Y
necesitamos criterios para elegir, y objetivos que elegir. Por
eso necesitamos valores.
También hemos visto
que algunas de estas normas y valores son normas y valores morales. Las normas
y valores morales se diferencian de otras normas y valores porque los individuos los hacen suyos, los
asumen como cosa propia, los asumen «en
conciencia».
Todo el mundo tiene
ciertas normas y valores morales. Es imposible encontrar un ser humano normal,
que no sufra algún trastorno mental muy serio, que no tenga su propio código de
normas y valores morales.
El problema es que
no todos coincidimos en cuáles son las normas y valores morales correctos.
Así, es posible que una persona considere que la lealtad a sus amigos o
familiares debe prevalecer por encima de todo. De modo que si sabe que un amigo
o familiar ha cometido un robo, o incluso un asesinato, puede pensar que su
obligación moral es no delatarlo.
Pero otras personas
seguramente no estarán de acuerdo en esto, y considerarán que la obligación, en
este caso, es delatar a quien ha cometido actos tan inmorales. Incluso si son
amigos o familiares, o incluso con más razón si son amigos o familiares.
Y aquí aparece en
escena la ética. La ética es una disciplina que estudia la moral. Al
estudiar la moral la ética se encuentra con que hay distintos códigos
morales. Con que no coinciden los códigos morales de todo el mundo, ni de todas
las épocas.
Y entonces la ética
compara unos códigos morales con otros, y se pregunta cuáles son mejores. O si
hay algún criterio para decidir cuáles son mejores. O si hay forma de llegar a
un acuerdo sobre cuáles son las normas y valores morales que debemos asumir.
Pues bien, la ética
es una disciplina filosófica. Y la filosofía, como la ciencia o
cualquier otro modo de conocimiento, trata de explicar las cosas de una forma racional.
Así que la ética trata de decidir racionalmente cuál es el sistema moral
adecuado, trata de construir normas y valores morales que sean racionales, de
modo que puedan ser asumidos por todo el mundo. (Del mismo modo que la ciencia
trata de llegar a conocimientos que sean racionales y que, por lo tanto, nadie
pueda rechazar).
Pero claro, no es lo
mismo construir un código moral que hacer un descubrimiento
científico. Los descubrimientos científicos tratan de lo que hay, de
lo que está ahí. Por eso hay unos criterios objetivos para decidir si un
conocimiento científico es válido o no.
Pero la moral no
trata de lo que hay, sino de cómo creemos que debemos actuar, de
nuestros proyectos de vida. Y puede haber muchos proyectos de vida
distintos e igualmente válidos. Por eso la ética no lo tiene tan fácil para
decidir cuáles son las normas y valores morales que hay que asumir. Y por eso
la ética puede acabar construyendo distintos proyectos morales y todos
perfectamente racionales.
Y así nos encontramos
con que a lo largo de la historia ha habido una ética aristotélica, epicúrea,
kantiana, utilitarista, etcétera.
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. ¿Crees que todo el mundo se guía por las mismas normas y valores
morales? Razónalo.
3. ¿Sabrías poner ejemplos de normas o valores morales que sean
incompatibles entre sí?
4. ¿Qué es la ética? ¿Qué diferencia hay entre moral y ética?
5. Dado que la ética es el intento de crear una moral racional ¿cómo es
posible que a lo largo de la historia, e incluso ahora mismo, haya varios
sistemas éticos distintos?
14. ETAPAS DEL DESARROLLO MORAL
Hemos visto que la ética
es una rama de la filosofía que estudia la moral.
La moral
surge en la vida cotidiana y consiste en asumir ciertas normas y valores
que tienen que ver con lo que se debe hacer, con lo que se considera correcto.
Las normas y valores morales funcionan porque los individuos las asumen como
cosa propia, las asumen «en conciencia».
Pero no todos los individuos
asumen los mismos códigos morales, ni los asumen por las mismas razones.
Al estudiar la
conducta moral, el psicólogo norteamericano Lawrence Kohlberg descubrió
que los individuos asumen las normas y valores por diversas razones. Sus
estudios en torno a esta cuestión le llevaron a concluir que los individuos
pasan por seis fases en el proceso de maduración moral. Estas fases son
las siguientes:
-Nivel
preconvencional: es una fase premoral.
Las normas y valores aparecen como algo externo, que se asume por las consecuencias. Es la etapa propia de la
niñez. Dentro de este nivel Kohlberg
diferencia dos subniveles:
(1) Etapa de obediencia a la autoridad: las normas se asumen por miedo a posibles castigos.
(2) Etapa de egoísmo: las
normas se cumplen para favorecer los propios intereses.
-Nivel convencional: es una
etapa de identificación con el grupo. Se aceptan y se cumplen las convenciones sociales. Se pueden
diferenciar dos subniveles:
(3) Fase de la aceptación:
se quiere cumplir con lo que nuestros seres más cercanos esperan de nosotros.
Se busca ser aceptado, ser querido, agradar. Las normas se cumplen para favorecer las expectativas que tenemos
como miembros del grupo. Es propia de la adolescencia.
(4) Etapa del respeto al orden
social: se cumplen las normas por responsabilidad.
El sujeto hace lo que «se debe hacer». Es una etapa propia de la madurez.
-Nivel postconvencional: las
normas valores y principios se cumplen por una decisión libre, se asumen porque el individuo ha llegado a la
conclusión de que es lo correcto,
tras un proceso de reflexión.
(Kohlberg dice que no todos los seres humanos llegan a alcanzar este nivel).
También se pueden diferenciar dos etapas:
(5) Se cumplen las normas establecidas por las instituciones porque se les supone una base racional. Es decir, se cumple lo establecido, pero porque se
le supone un fundamento. Se reconoce
que todas las personas tienen ciertos derechos,
el derecho a la vida y la libertad. (Comienza el proceso de universalización).
(6) El sujeto asume ciertos principios éticos que han de regir la conducta, por encima de las
leyes o cualesquiera reglas convencionalmente establecidas. Estos principios
han de ser, por lo tanto, universales
y coherentes. El individuo se siente
comprometido con tales principios y se siente
culpable cuando los incumple.
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Sabrías señalar algunas normas o valores que tu hayas asumido? b)
¿Por qué las has asumido? (Es decir, explica las razones que te llevan a
cumplir con esas normas o valores morales.)
3. En el nivel preconvencional ¿se puede decir que los individuos tienen
conductas morales? Explica por qué sí o por qué no.
4. ¿Por qué se aceptan las normas y valores en el nivel convencional?
5. ¿Por qué se aceptan las normas y valores en el nivel postconvencional?
15. RELATIVISMO Y UNIVERSALISMO MORAL
Recordemos que la
ética es una rama de la filosofía que estudia la conducta moral, intentando
crear sistemas morales racionales, y, por ello, válidos para todos los seres
humanos. Hemos visto, además, como, según Kohlberg, la propia maduración
moral lleva a los seres humanos a asumir ciertos principios éticos que habrían
de ser racionales, y por ello universales. Pero ¿es posible encontrar tales principios
universales?
Ya en el mundo
antiguo, en la Grecia del siglo V a. C. se produjo un fuerte debate
entre los sofistas, un grupo de filósofos de aquella época, y Sócrates.
Los sofistas
sostenían que las normas, leyes, y costumbres que regulan la vida de los seres
humanos es la polis, son convencionales, es decir, fruto de un acuerdo.
Y por ello se pueden cambiar a voluntad. Por eso, cada polis, o cada país,
tiene sus normas, sus leyes, sus costumbres. Lo que es válido en unas no se
considera válido en otras, lo que se considera justo en unas no se considera
justo en otras. Por eso las normas, leyes y costumbres son relativas. Es
decir, «dependen» de la polis, de la época, etc. Dicho de otro modo, no hay forma
de alcanzar un acuerdo sobre lo que sea justo o bueno que sea indiscutible, que
sea válido para todo el mundo.
Frente a los
sofistas, Sócrates consideraba que, de ser así, si lo bueno o lo justo
depende de cada polis o de cada época, eso sería como decir que nada es
realmente justo ni bueno. Sería como decir que realmente no existe la justicia
ni el bien. Pues lo que a ti te parece justo a mi puede parecerme injusto. Y entonces
daría igual que nos gobernase un tirano, y que impusiese las leyes que
le diese la gana. ¡Total, nada es justo ni injusto!
Sócrates considera,
por el contrario, que existe el bien, y que existe la justicia.
Para descubrir qué es el bien y la justicia hace falta encontrar una definición
universal de bien y de justicia. Es decir, una definición que valga para
todos las acciones buenas o justas.
Una vez encontrada
esa definición, una vez encontrada una definición del tipo «La justicia es…»,
«El bien es…», ya sabemos lo que es el bien y la justicia. Y el conocimiento
del bien y la justicia impulsaría a los hombres a actuar bien, a actuar
justamente. (A esta actitud se le conoce como intelectualismo ético.
Dicho de otro modo, el intelectualismo ético es la doctrina que sostiene que si
conocemos lo que es el bien actuaremos bien; la conducta moral depende del
conocimiento).
El problema es que,
por lo que parece, Sócrates no consiguió alcanzar esas definiciones universales
de bien y justicia. Y aquí aparece Platón, un discípulo de Sócrates y
uno de los más grandes filósofos de todos los tiempos.
Platón considera
que Sócrates no consiguió dar una definición universal de bien o justicia
porque no buscaba tales cosas en el lugar adecuado. Platón considera que el
bien y la justicia no se pueden buscar en el mundo material, físico, sino que
tienen una realidad inteligible, que solo se puede captar por el entendimiento.
El bien y la
justicia son realidades similares a las realidades matemáticas, realidades como
los números, las líneas, los triángulos, que, no son
realidades materiales pero que se pueden conocer de una manera objetiva.
Una vez definido el punto, o el triángulo, esa definición es válida para todo
el mundo, es universal, y nadie puede cuestionarla.
Pues lo mismo pasa
con las nociones de bien o justicia.
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Qué significa que una norma sea convencional? b) ¿Y qué significa
que sea relativa?
3. a) ¿A qué llamamos relativismo moral? b) ¿Por qué decían los sofistas
que lo bueno y lo justo es relativo?
4. a) ¿Por qué Sócrates considera terrible el relativismo moral? b) ¿Cómo
considera Sócrates que se puede conocer qué sea lo bueno y lo justo?
5. a) ¿A qué llamamos universalismo moral? b) ¿Es Sócrates un universalista
moral? Explica por qué.
6. ¿Considera Platón que se puedan dar definiciones universales de bien y
justicia? ¿Por qué?
7. ¿Tienen realidad objetiva los valores morales tales como el bien y la
justicia según Platón? ¿Cómo explica Platón tal cosa?
16. ÉTICAS DE LA
FELICIDAD: ARISTÓTELES
En las últimas fichas hemos
visto varias cosas:
(1) Qué somos seres libres (esto es, capaces de elegir) y
además seres sociales (esto es, que
vivimos en comunidades organizadas).
(2) Como consecuencia de ambas
cosas necesitamos valores para elegir, para orientar nuestras decisiones, y
normas, que sirven para regular nuestra conducta y alcanzar esos objetivos
(esos valores).
(3) Qué algunas de estas
normas y valores son normas y valores morales.
(4) Qué las normas y valores
morales se caracterizan porque son asumidas en conciencia y tienen que ver con
el bien, con lo que se debe hacer, con los fines últimos
que queremos alcanzar.
(5) Que la ética es una
disciplina que estudia la moral y trata de construir morales racionales,
pensadas.
(6) Qué como somos libres y
podemos elegir vivir de muchas maneras, por eso pueden aparecer proyectos
éticos perfectamente racionales pero distintos.
Pues bien, aunque los primeros
que llevaron a cabo reflexiones sobre la moral y propuestas morales racionales
fueron los sofistas, Sócrates y Platón, el primer tratado sistemático de ética
es elaborado por Aristóteles.
Aristóteles comienza
constatando que todo lo que hacemos lo hacemos para conseguir un fin. Ahora bien, los fines pueden ser
de dos tipos:
(1) Fines que valen como medios
para conseguir otros fines.
(2) Fines
que valen por sí mismos, a los que llamamos fines últimos.
Por
ejemplo: estudiamos para conseguir un empleo. Estudiar es, por lo tanto, un «medio»
para otra cosa: un empleo. A su vez, buscamos un empleo para ganar dinero. El
empleo es un «medio» para otra cosa, ganar dinero. Etc.
Pero
si todo lo que hacemos solo valiese para otra cosa, nuestra vida resultaría absurda.
Si no hubiese nada que valga por sí mismo nuestra voluntad se paralizaría.
Daría igual no hacer nada. Por ello Aristóteles concluye que tiene que haber fines
que valgan por sí mismos, es decir, fines que sean fines últimos.
Pues
bien, Aristóteles, como muchas otras personas, considera que el fin último es
la felicidad (eudaimonía, en griego). Lo que
quiere decir que todo lo que hacemos tiene por objetivo alcanzar un valor que
vale por sí mismo: la felicidad.
Pero
ahora tenemos dos problemas:
(1) Aclarar
qué se entiende por felicidad.
(2) Aclarar
cómo se consigue la felicidad.
Según
Aristóteles los hombres se mueven por tres tipos de impulsos: el placer, los honores (gloria, fama) y el afán de conocer. Estos impulsos dan origen a tres modos de vida:
(1) El
propio del vulgo y los seres más
groseros, que identifican la felicidad con el placer.
(2) El
modo de vida político, que
identifica la felicidad con los honores (con la gloria, con la fama).
(3) El
modo de vida contemplativo, que
identifica la felicidad con el conocimiento.
Pues
bien, ¿en qué reside realmente la felicidad? ¿Cuál de estos modos de vida proporciona
realmente la felicidad?
Para
responder a esta pregunta Aristóteles sostiene que todo en la naturaleza está
hecho para alcanzar un fin. Todo en la naturaleza aspira a alcanzar el fin que le es propio. Por lo tanto, dice
Aristóteles, la felicidad estará en que cada cosa desarrolle aquello que le es
propio, alcance su pleno desarrollo, su plenitud.
¿Y
qué es lo propio del hombre? ¿Cuándo se hace el ser humano plenamente humano?
Lo
propio del hombre no puede ser simplemente vivir,
porque eso también lo hacen las plantas y los animales. Tampoco sentir, porque eso lo compartimos con
los animales. Lo específico del hombre, lo que nos hace humanos, es tener una voluntad libre y capacidad de razonar. Por lo tanto, la felicidad
estará en guiar la voluntad por la razón.
Ahora
bien, la razón se puede usar para tres tipos de fines: (1) Productivos: cuando usamos la razón para producir cosas. Por
ejemplo, cuando la usamos para construir una casa o curar un enfermo. En ese
caso la razón da origen a ciertas artes como la arquitectura o la medicina. (2)
Prácticos: cuando la usamos para
dirigir nuestra propia conducta. Por ejemplo, a la hora de tomar decisiones
ante una situación de peligro. (3) Teóricos:
cuando la usamos para conocer. En este caso la razón da origen a ciencias
contemplativas, como las matemáticas, la física o la metafísica.
El
primer tipo de razón es propio de especialistas. Por ejemplo, es propio de los
arquitectos usar la razón para construir casas, es propio de los médicos usar
la razón para curar enfermos, etc. Por eso este tipo de razón no tiene un papel
determinante para alcanzar la felicidad, pues no es un uso de la razón que nos
haga seres humanos plenos, buenos seres humanos, sino buenos médicos, buenos
arquitectos, etc. Serán los otros dos usos de la razón, el uso teórico y el uso
práctico, los que nos hagan seres humanos plenos, y por ello felices.
Dado
que el uso de la razón nos hace seres humanos mejores, plenos, tales usos de la
razón se convierten en virtudes.
Pues una virtud es un hábito positivo. Y como hay dos usos de la razón que nos
llevan a ser seres humanos plenos, habrá dos tipos de virtudes:
(1) Virtudes intelectuales o dianoéticas: surgen del uso teórico de
la razón. Son aquellas que nos ayudan a
alcanzar el conocimiento.
(2) Virtudes
éticas: surgen del uso práctico de
la razón. Surgen cuando gobernamos nuestros deseos, apetencias y pasiones (es
decir, lo que hay de irracional, de animal, en nosotros) por la prudencia, con ello nos ayudan a formar
nuestro carácter, y al hacerlo nos
permiten desarrollarnos como seres humanos plenos.
Tenemos entonces que: el fin
último que buscamos es la felicidad.
La felicidad consiste en hacer lo propio del hombre, en alcanzar la plenitud, aquello que nos hace
plenamente humanos. Lo que nos hace plenamente humanos es la voluntad libre y la razón. Por
ello, la plenitud, y, por lo tanto, la felicidad, está en guiar la voluntad por
la razón. Guiar la voluntad por la razón da origen a las virtudes, que pueden ser intelectuales
o éticas (también llamadas morales).
Por eso, podemos concluir que la felicidad se alcanza con la práctica de las
virtudes.
ACTIVIDADES:
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Qué dos tipos de fines distingue Aristóteles? b) ¿Por qué dice Aristóteles
que tiene que haber un fin último? c) ¿Cuál es este?
3. a) ¿Qué tres tipos de tendencias o impulsos encontramos en
el ser humano según Aristóteles? b) ¿Qué relación hay entre tales tendencias y
la felicidad?
4. ¿En qué consiste la felicidad según
Aristóteles?
5. a) ¿Qué
significa eudemonía, o eudaimonía? b) ¿Por qué la ética aristotélica es una
ética eudemonista?
6. ¿Por qué la ética aristotélica es una ética de fines?
7. Para pensar: ¿En qué crees tú que reside la felicidad? Razona tu
respuesta.
8. Lee y comenta el texto tratando de responder a las siguientes preguntas:
¿De qué tipos de vida habla Aristóteles? ¿Qué relación hay entre esos modos de
vida y la felicidad?
«No es sin razón que los hombres parecen entender el bien y la felicidad
partiendo de los diversos géneros de vida. Así el vulgo y los más groseros los
identifican con el placer, y, por eso, aman la vida voluptuosa -los principales
modos de vida son, en efecto, tres: la que acabamos de decir, la política y, en
tercer lugar, la contemplativa-».
Aristóteles: Ética
nicomáquea, p. 136. Editorial Gredos S, A. Madrid, 2014
17. ÉTICAS DE LA FELICIDAD: EPICURO
Epicuro de Samos (341-270 a. C.) desarrolla otro
proyecto moral con una gran influencia posterior.
Epicuro coincide con
Aristóteles en que el fin último del hombre es la felicidad. Pero discrepa de Aristóteles tanto en la manera de
entender la felicidad como en los medios para conseguirla.
Para Epicuro la felicidad
reside en el placer. Placer
en griego se dice hedoné, de ahí que a los epicúreos se les llame
también hedonistas.
Ahora
bien, Epicuro considera que el placer obtenido a través de los estímulos sensoriales
(por ejemplo, comida, bebida, sexo, etc.) puede traer consigo dolores futuros.
Así, por ejemplo, si uno se entrega a la comida y la bebida en exceso puede
suceder que a la larga se encuentre con diverso tipo de enfermedades (obesidad,
gota, alcoholismo, etcétera).
Por
eso Epicuro considera que es más deseable aquel tipo de placer que no acarrea
males futuros. ¿Y qué tipo de placer es ese? Pues el que surge de evitar en lo
posible el dolor, tanto físico (daño corporal) como anímico (ansiedad, angustia).
Dicho
esto, Epicuro considera que el objetivo de todo hombre sabio será alcanzar la ataraxia.
La ataraxia es aquel estado de ánimo caracterizado por la ausencia de temor y
perturbación. Es decir, caracterizado por la serenidad, la tranquilidad. La ataraxia
es, según Epicuro, la forma suprema de placer que podemos alcanzar.
Para
alcanzar ese estado Epicuro trata de enseñar a los hombres a superar los «cuatro temores», y a enfrentarnos de
modo adecuado con los deseos.
Los
cuatro temores fundamentales de los seres humanos son: el temor a los dioses, el temor a la muerte, el temor al sufrimiento físico, y el temor al fracaso.
Con
respecto a los dioses Epicuro sostiene que estos son felices y no se meten en
los asuntos humanos. El temor a la muerte es absurdo, porque, mientras vivimos
la muerte no está, y cuando llega la muerte nosotros ya no estamos. Con
respecto al futuro sostiene que no hay que preocuparse por lo que no está en
nuestras manos. Y con respecto al dolor Epicuro nos invita a llevar una vida
sencilla y acorde con la naturaleza, que es la mejor forma de evitar aquellos
tipos de dolor que está en nuestras manos evitar.
Epicuro
sostiene que hay tres tipos de deseos. Estos son:
(1) Deseos
naturales y necesarios: son aquellos que son imprescindibles para
alcanzar la supervivencia y la felicidad. Son deseos tales como comer para
satisfacer el hambre, beber para satisfacer la sed, guarecerse del frío.
Estos deseos deben satisfacerse por ser imprescindibles para alcanzar la
felicidad.
(2) Deseos
naturales pero no necesarios: son aquellos que, aun teniendo
origen en nuestra naturaleza son prescindibles. Son deseos tales como el de
comer exquisitos manjares, deseos sexuales, etc. La satisfacción de tales
deseos conlleva siempre un cierto riesgo de dolores futuros, por lo que deben
ser evitados, aunque puede ser conveniente satisfacerlos de vez en cuando, y
dentro de ciertas condiciones.
(3) Deseos
innaturales e innecesarios: son deseos tales como los deseos de
fama, honor, triunfo político, etc. Tales deseos son siempre fuente de dolores
y angustias por lo que deben ser evitados en toda ocasión.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. a) ¿Qué entiende Epicuro por felicidad? b) ¿Cómo se alcanza?
3. ¿Qué es la ataraxia?
4. a) ¿Cuáles son los temores fundamentales que
angustian a los seres humanos según Epicuro? b) ¿Qué propone para superarlos?
5. a) ¿Qué tipos de deseos mueven a los seres
humanos según Epicuro? b) ¿Cómo debemos actuar con respecto a estos deseos?
6. Compara la ética
de Aristóteles con la de Epicuro señalando similitudes y diferencias.
18. ÉTICAS DE LA FELICIDAD: EL UTILITARISMO
En el siglo XIX Jeremías Bentham y John
Stuart Mill desarrollan otro proyecto ético (o de moral racional) conocido
como utilitarismo o hedonismo social. Bentham, y
siguiéndole Mill, tratan de encontrar un criterio para orientar nuestra
conducta. Es decir, un criterio para determinar cuándo algo es correcto o
incorrecto, cuando se debe, o no se debe, hacer. El criterio que Bentham
propone es el «principio de utilidad».
El principio de utilidad establece que lo bueno, lo correcto, es lo útil. (De ahí el nombre de esta
corriente).
Ahora bien ¿qué entendemos por «útil»?
Según Bentham lo útil será aquello que nos ayude a
alcanzar nuestros fines. Y los
utilitaristas coinciden con Epicuro en que el fin último que perseguimos es el placer y la felicidad.
Por eso lo útil será aquello que nos permita alcanzar tales objetivos.
Ahora bien, dado que la ética trata de construir
proyectos morales racionales, y, por ello, válidos para todos los seres
humanos, habrá que considerar que lo útil es aquello que aumenta la cantidad
general de placer y felicidad. Es decir, el criterio para determinar que una
conducta es correcta es que aumente la cantidad general de placer y felicidad
(y no solo «mi» placer o felicidad).
Por eso, al principio de utilidad le denominan,
también, principio de la máxima
felicidad. Este principio puede ser
enunciado así: «bueno, justo, etc., es aquello que produce más
cantidad de felicidad a mayor número de personas».
Según
este criterio, toda conducta o decisión que tienda a aumentar la cantidad
general de felicidad ha de ser considerada correcta, Por el contrario, toda
conducta o decisión que tienda a aumentar la cantidad general de sufrimiento
(y, por lo tanto, a disminuir la cantidad general de felicidad) ha de ser
considerada incorrecta.
Una
crítica que se hizo a los utilitaristas, y que ya se le había hecho, en su
momento, a Epicuro, es la de que si proponemos como fin de la vida el placer
estaríamos rebajando la vida humana a la de un animal. (Una vida enfocada a la
búsqueda del placer es una vida propia «de cerdos», solían decir los críticos
de Epicuro y de Bentham).
Frente a esto Mill sostiene que no solo cuenta
la cantidad de placer sino también su calidad. Mill sostiene que hay placeres superiores a otros,
que hay placeres bajos (o groseros)
y placeres elevados (o nobles).
¿Y qué hace que unos placeres sean más
elevados, cualitativamente superiores, a otros? Según Mill, son más elevados
aquellos placeres para cuyo disfrute se necesita una inteligencia, sensibilidad,
o complejidad espiritual mayor. Y es
un hecho, dice Mill, que lo seres humanos capaces de disfrutar de placeres
nobles los prefieren a los placeres bajos.
De
hecho, los seres humanos son capaces, incluso, de encontrar satisfacción
(placer, felicidad) en el esfuerzo y sacrificio por la felicidad de los demás.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del cuadro cuyo significado no conozcas y búscalo
en un diccionario o pregúntaselo a tu profesor. (Puede serte útil el siguiente
blog: www.terminoseticosypoliticos.blogspot.com).
2. Define: «utilitarismo», «principio de utilidad»,
«principio de la máxima felicidad».
3. Supón que se pudiese
medir la cantidad de felicidad, y que acordamos designar a la unidad de
felicidad como «hedón». Ahora imagina que estamos ante tres tipos de
sociedades, A, B y C, compuestas por cien individuos cada una. En la sociedad
A, hay 80 individuos que tienen 100 hedones cada uno de felicidad, los 20
individuos restantes tienen tan solo un hedón cada uno. En la sociedad B, los 100
individuos tienen un hedón de felicidad cada uno. En la sociedad C, los 100
individuos tienen 70 hedones de felicidad cada uno. a) ¿Cuál sería en este caso
la sociedad más justa según un utilitarista estricto? ¿Cuál sería la sociedad
más injusta según un utilitarista estricto? b) ¿Cuál sería para ti la sociedad
más justa y cuál la más injusta? Explica por qué. c) Si tuvieses que sustituir
a uno de los individuos, pero sin saber a cuál, de algunas de esas sociedades
¿cuál elegirías para vivir en primer lugar, y en segundo, y en tercero? Explica
por qué.
4. ¿Cómo se puede diferenciar
la calidad de los placeres según Mill? (Esto es, cuál es el criterio que nos
permite decidir que unos placeres son superiores a otros).
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