VALORES ÉTICOS -4ºESO-
CONTENIDOS BÁSICOS
1.
ANIMALES QUE HACEN PLANES
&1
Pensamos
usando un complejo lenguaje
Nuestra
especie, la especie humana, ha aparecido sobre el planeta hace unos doscientos
mil años. Ha surgido como colofón final de un largo proceso evolutivo, como
cualquier otra especie viva existente.
Pero
en ese proceso evolutivo hemos adquirido ciertas capacidades que nos han
convertido en una especie animal muy peculiar. La más determinante es la
capacidad de manejar un articulado y complejo sistema de signos que empleamos para comunicarnos con los demás, y
para comunicarnos con nosotros mismos (es decir, para pensar).
Y
esto último, pensar usando un lenguaje,
convertir los signos empleados para comunicarnos en ideas, es algo que no hace ningún otro animal. A lo que hay que
añadir que el lenguaje humano, cualquiera que sea la lengua natural que
hablemos, nos permite hacer cosas que no permite ningún otro sistema de signos.
Desde luego, ningún lenguaje animal. Nos permite, por ejemplo, referirnos a
cosas lejanas en el espacio y el tiempo,
nos permite hablar acerca del lenguaje con el propio lenguaje (= es autorreferente), nos permite
representar cosas individuales y clases de cosas, cosas concretas y cosas abstractas, cosas existentes
e inexistentes, etcétera.
&2
Pensar usando
un lenguaje nos permite distanciarnos de la realidad,
imaginar otras
realidades, hacer planes, etc.
Como consecuencia de esta capacidad de pensar
usando un lenguaje articulado y complejo, podemos abstraernos de la realidad
inmediata para someterla a análisis. Podemos tomar distancia frente
a nosotros mismos, y tomar conciencia de nuestra situación y de nuestros
estados internos. Podemos plantearnos qué hacer ante unas determinadas
circunstancias. De modo que ya no estamos totalmente sometidos a los impulsos
naturales, a los instintos, a la programación genética, como
el resto de los animales.
Pues bien, como nuestra vida ya no se
desarrolla siguiendo enteramente una programación natural, y cómo
tenemos la capacidad de reflexionar, nos vemos obligados a decidir qué hacer
con ella nosotros mismos. Y por eso necesitamos planes o proyectos
que orienten nuestras decisiones. Necesitamos planes o proyectos
para suplir esa indeterminación natural.
De hecho todos estamos haciendo planes o
proyectos continuamente: tenemos ciertos planes para esta tarde (estudiar,
quedar con los amigos, ir a clases de inglés, etcétera), planes para cuando
acabe el curso (estudiar bachillerato, un ciclo formativo, repetir curso,
buscar trabajo, etcétera), planes a más largo plazo (estudiar una determinada
carrera, seguir con un ciclo formativo de un grado superior, etcétera).
Los planes y proyectos se insertan dentro de
otros planes y proyectos: los planes y proyectos a corto plazo se
insertan en planes y proyectos a largo plazo; los planes y proyectos personales
se insertan dentro de planes y proyectos colectivos.
Así, por ejemplo, mi plan inmediato para estar
tarde era, quizá, quedar con los amigos. Pero nos han adelantado el examen de
matemáticas, así que me quedaré estudiando. Porque mi proyecto a medio plazo es
sacar el título de ESO, y si quiero conseguirlo me conviene ir aprobando los
exámenes que se me van presentando.
Quizá mi plan personal al acabar bachillerato
era hacer una determinada carrera. Pero quizá el Ministerio de Educación ha
eliminado esa titulación del sistema educativo. Con lo cual tengo que cambiar
mis planes personales.
&3
El proyecto de la modernidad como proyecto de los
proyectos,
el proyecto en el que vivimos instalados hoy en día
Bien, repasemos, hacemos planes o proyectos
para dirigir nuestra vida (individual o colectiva) que dependen de otros más
generales, los cuales puede que dependan de otros más generales, etcétera. Y
entonces la pregunta es ¿hay algún proyecto que sea el proyecto más general?
¿Hay algún proyecto, hoy en día, que no dependa de otro más general? ¿Hay algo
así como un proyecto global de vida humana?
Lo hay. Siempre lo hay. Aunque no seamos
conscientes de ello. Hoy vivimos instalados en lo que se puede denominar «proyecto
de la modernidad», o también «proyecto ilustrado». Ese proyecto
comienza a desarrollarse en Europa Occidental, en el Renacimiento (con el Humanismo
y la Revolución científica), y alcanza su plenitud con la Ilustración.
El proyecto de la modernidad liquida el
proyecto instalado en Europa hasta entonces, el proyecto cristiano-medieval.
Posteriormente el proyecto de la modernidad se expandirá, de forma más o menos
intensa según los sitios, por el planeta entero.
Este proyecto se caracteriza por:
(1) Una determinada manera de entender el ser
humano.
(2) Una determinada manera de entender el conocimiento
y la ciencia.
(3) Una determinada manera de entender la realidad
natural.
(4) Una determinada manera de entender la sociedad
y el Estado.
(5) Una determinada manera de entender la historia.
(6) Una determinada manera de entender la economía.
Veremos todas estas cosas con más detalle en
el apartado 2.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2. ¿Qué
diferencias fundamentales encuentras entre los seres humanos y otras especies
animales?
3. ¿Qué
consecuencias tiene para la vida humana el hecho de que podamos pensar usando
un lenguaje?
4. a) ¿Por
qué necesitamos hacer planes o proyectos de vida los seres humanos? b) ¿Y por
qué los animales no necesitan hacer planes o proyectos de vida?
5. a)
Busca información sobre el movimiento humanista del Renacimiento. ¿Dónde surge?
¿Qué lo caracteriza? b) Busca información sobre el movimiento ilustrado. ¿Dónde
y cuándo se desarrolla? ¿Qué se proponía?
2. EL PROYECTO DE LA MODERNIDAD (O PROYECTO
ILUSTRADO)
&1
La concepción moderna del ser humano
A partir del mundo
moderno se considera que el ser humano, todo ser humano, posee autonomía
racional. Esto quiere decir que todo ser humano es capaz de pensar por sí
mismo usando la razón. Y que la razón es una capacidad que se encuentra por
igual en todos los seres humanos.
Pero de aquí se siguen
varias consecuencias:
(1) Si todos los seres
humanos son capaces de pensar por sí mismos, todos los seres humanos deben ser libres
para dirigir su propia vida.
(2) Si los seres humanos
son capaces de pensar por sí mismos, y deben ser libres para dirigir su propia
vida, entonces no tiene sentido diferenciar entre señores y siervos.
Nadie ha nacido para señor. Nadie ha nacido para siervo.
(3) Si todos los seres
humanos poseen autonomía racional, y deben ser libres para hacer sus propios
proyectos de vida, entonces no es lícito reducir la vida humana a la condición
de instrumento para los fines de otro (como cuando se la reducía a la
condición de siervo o esclavo). Porque cada ser humano puede plantear sus
propios fines.
En el siglo XVIII Kant
(un filósofo alemán, el más profundo representante del movimiento ilustrado)
sacará la conclusión de que cada ser humano es valioso por sí mismo. Es decir,
posee dignidad (del latín dignitas,
-atis, que hace referencia a lo excelente, a lo que es valioso).
***
Esta manera de concebir
al ser humano rompe con la cristiano-medieval (muy influida por la filosofía
platónica y aristotélica). En la que:
(1) Se parte de que no
todo ser humano alcanza la plenitud racional, por lo que algunos seres
humanos (las mujeres, los siervos) permanecerían toda su vida siendo una
especie de niños, cuya vida debe ser dirigida por otros.
(2) Se sostiene, además,
que ni siquiera aquellos que están en el uso pleno de la razón, disfrutan de un
pensamiento realmente autónomo. Pues la razón no es apta para alcanzar la verdad
primera, el principio primero que sirve de fundamento al saber y a
la moral. Este principio primero es Dios, y para su conocimiento
se necesita de la fe, que viene dada como un don gratuito de Dios (como
una gracia).
(3) Pese a que el
cristianismo es la religión dominante en Europa, y a que el cristianismo sostiene
que todos somos hijos de Dios, y por lo tanto esencialmente iguales, esa
igualdad queda reducida al ámbito espiritual. Mientras, en la vida cotidiana y
terrena, se mantiene una fuerte jerarquización social, herencia del mundo
grecorromano, aunque adaptada a las nuevas circunstancias. Se construye una
sociedad compuesta de señores (que han nacido para mandar) y siervos
(que han nacido para servir), y en la que las mujeres quedaban sometidas a los
varones.
&2
La
concepción moderna del conocimiento
Hemos visto que, con el nuevo proyecto de la
modernidad se parte de que los seres humanos son racionalmente autónomos. Esto
quiere decir que cada ser humano tiene el uso pleno de la razón que le permite
pensar por sí mismo.
Pero esta idea se radicaliza y se llega a la
conclusión de que la razón no necesita de nada más que de sí misma: no necesita
apoyarse en la fe, como pensaban los medievales, pero tampoco necesita
de la autoridad, ni siquiera de la experiencia.
Pero ¿qué modo de razonar es ese que no
necesita siquiera apoyarse en la experiencia? Pues el razonamiento
matemático. El entendimiento humano puede generar por sí mismo
razonamientos matemáticos, sin depender de nada externo al propio
entendimiento.
Esta idea de que cada individuo puede pensar
por sí mismo, y de que razonar es hacer matemáticas, propicia un cambio en la
manera de entender el conocimiento, que hoy conocemos como Revolución
científica del Renacimiento.
A partir de este cambio, de esta Revolución
científica, se entiende que hacer ciencia es reducir la realidad a lenguaje matemático.
Es decir, explicar algo es reducirlo a algún tipo de fórmula
matemática. Comprender algo es descubrir la fórmula o ley matemática
que gobierna ese fenómeno.
De modo que, cuando los científicos se
encuentran con algún fenómeno que quieren explicar (por ejemplo, la velocidad
que adquiere un cuerpo en caída libre) elaboran hipótesis matemáticas
para explicarlo. Para comprobar si una hipótesis matemática es correcta
plantean experimentos (que son experiencias planificadas de antemano
para dar respuesta a algo). Si los experimentos avalan la hipótesis se
considera que es correcta y se convierte en una ley o teoría.
(Así, la velocidad que adquiere un cuerpo en caída libre queda expresada por la
fórmula: v=v0+-g.t., en la que todos los elementos pueden ser
sustituidos por cantidades.)
Este procedimiento para obtener saber,
consistente en plantear hipótesis matemáticas y contrastarlas con la
experiencia, fue conocido posteriormente como método científico.
Además se considera que el conocimiento ha de
tener un fin práctico: dominar la naturaleza para ponerla a nuestro
servicio. Se considerará que el saber por el saber carece de valor.
***
Esa manera de entender el conocimiento rompe
con la explicación cristiano-medieval del conocimiento. Para el
pensamiento cristiano-medieval explicar algo consistía en deducirlo a
partir de un principio. El cual se deducía de un principio anterior, y
este de otro anterior, etcétera. Hasta alcanzar el primer principio, que
es Dios. A partir de Dios se explicaría todo. Pero, como ya hemos dicho, el
conocimiento de Dios no se puede obtener solo con la razón, por eso era
necesaria la fe. La razón quedaba subordinada a la fe porque solo esta
nos permitiría conocer el principio primero a partir del cual explicarlo todo.
Además se consideraba que la forma superior de
conocimiento es el conocimiento contemplativo, el conocimiento por el
conocimiento. Mientras que los saberes con un fin práctico eran considerados
saberes menores, propios de siervos (por eso a este tipo de saberes se les
denominaba artes serviles).
&3
La concepción moderna de la realidad natural
Como ya hemos dicho, a partir del Renacimiento
triunfa la idea de que la realidad está escrita en caracteres matemáticos.
Pero ¿qué hay en el mundo que pueda ser reducido a caracteres matemáticos? Pues
aquello que se puede expresar mediante cantidades (que se puede medir,
pesar, contar, etcétera). Por eso se considerará que la auténtica
realidad, la realidad objetiva, es aquella que está compuesta por cuerpos
extensos (esto es medibles), que se mueven en una espacio uniforme
(que también es medible, ya que posee longitud, profundidad y anchura), y se despliegan
en un tiempo uniforme (que también es medible, podemos contar segundos,
minutos, horas, etcétera). (Por el contrario allí donde algo no se puede medir,
contar, pesar, etc., ese algo sería una mera percepción subjetiva, no auténtica
realidad).
***
Esto rompe con la concepción
cristiano-medieval, según la cual el mundo es finito. Y el espacio no es
uniforme, sino que hay un centro, un arriba, un abajo, un límite
del Universo, etcétera. Y las cosas tienen distintas propiedades según el lugar
del espacio en que se encuentren (así, los cuerpos terrestres están compuestos
de distintos materiales que los celestes, poseen distintos tipos de cambio,
etcétera). Y el tiempo tampoco es uniforme: hay un principio (el momento
de la creación), otra serie de momentos esenciales (la expulsión del
paraíso y la entrada en la historia, el pacto de Dios con el pueblo judío, la
venida de Cristo) y habrá un final (el juicio final), etcétera. Es
decir, para los medievales el Universo es como una especie de casa, donde cada
cosa tiene su lugar propio, y donde todo tiene una finalidad.
&4
La concepción moderna del orden social y político
Como ya hemos visto, a
partir del mundo moderno triunfa la idea de que el ser humano es racionalmente
autónomo. Y que, por lo tanto, cada individuo está en condiciones de
dirigir su propia vida. Por lo que no se puede dividir la humanidad en señores
y siervos. Nadie nace para servir, nadie nace para ser señor.
Esto lleva al desarrollo
de un modelo social y político en el que se entiende que los individuos son libres
e iguales, y que han de estar sometidos únicamente a la ley, pero
no a otros seres humanos. Esto es lo que significa ser ciudadano (estar sometidos
a las leyes, que establecen los derechos y deberes, pero no a otros seres humanos).
Así nace la concepción
moderna del Estado, de carácter liberal (los individuos son
libres, y disfrutan de unos derechos que garantizan esta libertad para
organizar su vida), y democrático (la soberanía reside en el conjunto de
la nación). (A este modelo de Estado también se le puede llamar modelo republicano
de Estado, pues, aunque en muchos de estos Estados siga habiendo un rey, este
no gobierna, se limita a cumplir funciones de Jefe de Estado. Y los individuos
no están sometidos personalmente a ese rey, sino solo en tanto cumple sus
funciones de Jefe de Estado).
***
Esto rompe con el
proyecto cristiano-medieval, en donde prevalecía un sistema feudal: es
decir, una sociedad jerarquizada, con estamentos, en la que los
individuos estaban sometidos «personalmente» unos a otros, bien como vasallos,
bien como siervos.
&5
La concepción
moderna de la historia
Recordemos, una vez más, que en el mundo
moderno se impone la tesis de que el ser humano es un ser racionalmente
autónomo, capaz de usar la razón para dirigir su conducta. Y se impone
también una nueva concepción del conocimiento y de su papel: el conocimiento
científico se caracteriza por la matematización y la experimentación,
y su objetivo es obtener fines prácticos, consistentes en dominar la naturaleza
para ponerla a nuestro servicio.
Pues bien, el uso de la razón para dirigir la
conducta, y, más en concreto, para controlar la naturaleza y ponerla a nuestro
servicio hará entrar a la humanidad en una era de progreso constante,
en la que todos los problemas tradicionales se irán solucionando: se cree que
con ayuda de la ciencia se acabará con el hambre y las enfermedades, y que la aplicación
de la razón a dirigir la vida humana creará sociedades más justas, individuos
más libres y tolerantes con las creencias ajenas, moralmente mejores, etcétera.
Es decir, a partir del mundo moderno se considera que la historia es el escenario
del progreso.
***
Esa concepción de la historia rompe, una vez
más, con la cristiano-medieval.
Uno de los más influyentes pensadores
medievales, Agustín de Hipona, dirá que la historia es la lucha entre la
Ciudad de Dios (constituida por aquellos que anteponen a Dios a todo lo
demás), y la Ciudad Terrenal (constituida por aquellos que anteponen lo
sensible a Dios). Esta concepción está presente en todo el mundo
cristiano-medieval.
La historia es, pues, concebida como el escenario
de la salvación: la historia aparece cuando el hombre peca (al pecar
Adán y Eva) y es arrojado del paraíso y condenado al dolor y a la
muerte. A partir de entonces la vida humana es una lucha contra el pecado
para alcanzar la salvación (que nos permitirá vivir de nuevo en presencia de Dios).
(«Tan alta vida espero que muero porque no muero», decía santa Teresa en el
declinar del proyecto cristiano-medieval).
&6
La concepción moderna de la producción (de la
economía)
En el mundo moderno se desarrolla también un
nuevo modo de organización y producción de bienes, que se conoce como modo
de producción capitalista. El modo de producción capitalista se caracteriza
por la defensa de la propiedad privada y la libertad de mercado.
Libertad de mercado significa libertad para comprar y vender libremente todo
tipo de mercancías (incluido la propia fuerza de trabajo). Los precios y
salarios serán fijados en esa interacción libre.
(Marx dirá que precisamente aquí está el
origen de la libertad e igualdad humana: el capitalismo necesita libertad
para la compraventa de mercancías, e igual disposición para comprar o
vender. Pero, según Marx, esa libertad e igualdad no dejan de ser una libertad
e igualdad «abstractas». Pero dejaremos el análisis de esta posible
interpretación para más adelante).
***
El modo de producción capitalista contrasta
con el medieval, de carácter feudad, en el que las tierras están en manos de
los señores y solo pueden ser trasmitidas por herencia. Y en el
que la producción estaba regulada por los gremios de artesanos (y no por
el mercado) que decidían quién puede producir según qué cosas, qué cantidad de
bienes se podían producir, cuáles habían de ser los precios de las mercancías,
etcétera.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2. (a)
¿Cómo se concibe a partir del mundo moderno al ser humano? (b) ¿Y cómo se
concebía en el mundo cristiano-medieval?
3. (a)
¿Qué quiere decir que el ser humano es «racionalmente autónomo»? (b) ¿Todo el
mundo es racionalmente autónomo? ¿Un niño de dos años es racionalmente
autónomo?
4. ¿Qué consecuencias
tiene, frente al proyecto medieval, aceptar que todos los seres humanos son
racionalmente autónomos?
5. ¿Qué
conclusiones saca Kant, el más importante filósofo ilustrado, de que el ser
humano sea concebido como racionalmente autónomo?
6. (a) ¿Cómo
se entiende a partir del Renacimiento y el mundo moderno el conocimiento? (b)
¿Y cómo se entendía en el mundo cristiano-medieval?
7. (a)
¿Qué papel se atribuye en el mundo moderno al conocimiento? (b) ¿Y qué papel se
le atribuía en el mundo medieval?
8. (a)
¿Qué papel cumplen las matemáticas, y qué papel cumple el experimento, en la
nueva manera de entender la ciencia? (b) ¿Qué es un experimento?
9. ¿Por
qué el pensamiento cristiano-medieval consideraba que la razón no es suficiente
para alcanzar conocimiento?
10. (a)
¿Cómo se concibe en el mundo moderno la realidad natural? (b) ¿En qué se
diferencia esta concepción de la medieval?
11. (a)
¿Cómo se concibe el orden social en el mundo moderno? (b) ¿Y en el mundo
medieval?
12. (a)
¿Qué diferencia hay entre ser siervo o señor y ser ciudadano? (b) ¿Cómo estaban
reguladas las relaciones entre los individuos en la sociedad feudad? (c) ¿Cómo
están reguladas esas relaciones en la sociedad moderna?
13. (a)
¿Por qué se puede decir que en el mundo moderno, en el proyecto de la
modernidad, la historia es el escenario del progreso? (b) ¿Y por qué se puede
decir que en el mundo medieval, en el proyecto cristiano-medieval, la historia
es el escenario de la salvación?
14. ¿En
qué se diferencia el modo de producción capitalista del modo de producción
feudal?
3. DIGNIDAD Y CIUDADANÍA
&1
Introducción
Hemos visto como el proyecto de la
modernidad, que culmina en la Ilustración, trae consigo una
determinada manera de entender el ser humano. El ser humano, todo ser humano,
es concebido como un ser que posee autonomía racional, es decir, que es
capaz de pensar por sí mismo, que tiene la capacidad de pensar empleando la
razón.
Esta manera de entender el ser humano tiene
consecuencias éticas y políticas. En el campo de la ética se concluirá que todo
ser humano posee dignidad. En el capo de la política se concluirá que
todo ser humano ha de tener la condición de ciudadano.
&2
La dignidad
Dignidad es un término castellano que procede del latín dignitas, que significa excelente,
valioso. Cuando decimos que la vida
humana posee dignidad queremos decir que es valiosa por sí misma, que cada ser
humano es valioso por sí mismo.
El primer filósofo que defiende de modo claro
esta tesis -la de que todo ser humano posee dignidad-, es Kant, un filósofo
alemán del siglo XVIII, el más destacado representante del movimiento
ilustrado.
Kant comienza defendiendo esa idea moderna de
que todo ser humano posee autonomía racional. Hecho esto se dedica a analizar
esa capacidad humana de razonar, y descubre que la razón
tiene dos usos: un uso teórico y un uso práctico.
El uso teórico es el uso de
la razón para conocer cómo funciona el mundo. (Recuerda que en el
mundo moderno nace una nueva manera de entender la ciencia, según la cual el
conocimiento científico se caracteriza por el intento de explicar cómo funciona el mundo. Para ello trata de
reducir los fenómenos a hipótesis
matemáticas, y comprobar mediante experimentos
si esas hipótesis son las correctas).
Pero la razón también nos sirve para dirigir nuestra vida, para orientar nuestra conducta, para decidir
qué debemos, o qué no debemos,
hacer. Ese es el uso práctico de la
razón.
Analizando el uso práctico de la razón saca Kant varias conclusiones:
(1) La capacidad que tenemos de pensar y tomar decisiones, de dirigir
nuestra vida, nos convierte en seres
morales, en seres capaces de juzgar las cosas como buenas o malas y de
tomar decisiones que pueden ser valoradas como buenas o malas.
(Efectivamente, nuestras decisiones pueden ser juzgadas como buenas o
malas porque nosotros las hemos elegido,
con plena conciencia de lo que
hacíamos y de sus consecuencias. Por
el contrario, las acciones de un ser incapaz de elegir o prever las
consecuencias de sus actos, no podrían ser juzgadas en esos términos).
(2) La capacidad de usar la razón para dirigir nuestra vida nos
convierte en seres autónomos. Esto
es, en seres capaces de decidir por
nosotros mismos y establecer por nosotros mismos los fines que queremos lograr.
(3) Si somos seres autónomos
entonces es que cada uno de nosotros es un fin
en sí mismo. Porque es el ser humano, cada ser humano, el que decide qué
hacer o qué no hacer, qué ser o qué no ser. Dicho de otro modo, no se puede
reducir la vida humana a ser un instrumento
al servicio de otra cosa, porque con ello estaríamos negando la propia
condición humana. Estaríamos negando lo que nos hace humanos: la autonomía moral, la capacidad de
decidir por nosotros mismos.
Pues bien, decir que el ser humano es un fin en sí mismo es lo mismo que
decir que es valioso por sí mismo. A
diferencia de otros tipos de realidades que valen en la medida en que «sirven
para» hacer algo con ellas. (Las cosas,
los instrumentos, reciben su valor
de nosotros que los hacemos, los usamos, les damos una finalidad. Pero, ¿de
dónde podría la vida humana recibir el valor? ¿Qué o quién podría determinar la
finalidad de la vida humana si no lo hiciesen los propios seres humanos?).
Y por eso, dice Kant, que el ser humano posee dignidad. Pues digno es, como hemos visto, lo excelente, lo que es
valioso.
&3
La ciudadanía
Recuerda que en el mundo medieval (y en otras
épocas) se diferenciaba a los seres humanos en señores (que nacen para
mandar) y siervos (nacidos para servir).
Pero el reconocimiento de la autonomía
racional de todos los seres humanos lleva a combatir esta separación
estamental. Si todos los seres humanos poseen autonomía racional esto implica
que todos los seres humanos están capacitados para dirigir su propia vida, para
decidir cómo quieren vivir.
Eso lleva a defender que los seres humanos han
de relacionarse unos con otros en pie de libertad e igualdad. El
único sometimiento que será aceptable es el sometimiento a las leyes,
hechas para regular las relaciones entre tales individuos libres e iguales.
Por esa razón se defiende que los seres
humanos han de tener la condición de ciudadanos. Pues un ciudadano es un
individuo que sometido a las leyes, pero no a otros seres humanos. Unas leyes
que deben fijar cuáles sean los derechos y deberes de tales individuos.
Esta defensa de la condición de ciudadanos
para todos los seres humanos fue defendida ya por Locke, el en siglo XVII.
Pero, en la práctica, tardó todavía siglos en imponerse en los países más
desarrollados y avanzados. En otros, todavía hoy no hay una ciudadanía
generalizada.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2. ¿Qué
significa y de dónde procede, originariamente, el término dignidad?
3. ¿Qué
dos usos de la razón diferencia Kant? (b) ¿En qué consisten cada uno?
4. ¿Por
qué el uso práctico de la razón nos convierte en seres morales?
5. ¿Por
qué dice Kant que el ser humano es un fin en sí mismo?
6. ¿Qué
quiere decir que el ser humano posee dignidad?
7. ¿Por
qué dice Kant que el ser humano posee dignidad? (Esto es, en qué fundamenta
Kant la dignidad humana).
8. ¿Qué
significa ser ciudadano?
9. ¿Qué
diferencia hay entre ser ciudadano y ser siervo?
9. ¿Qué
relación hay entre el reconocimiento de la autonomía racional a todos los seres
humanos y la condición de ciudadano?
4. DIGNIDAD, CIUDADANÍA Y DERECHOS HUMANOS
&1
La universalización de la ciudadanía y la dignidad:
problemas
Recordemos que en el Renacimiento y el Mundo
Moderno se construye un determinado proyecto de humanidad, cuyas
características ya hemos visto anteriormente. De entre esas características nos
interesa aquí señalar dos: (1) En el ámbito político los individuos adquieren
la condición de ciudadanos. (2) En el ámbito moral se desarrolla la
tesis de que todos los seres humanos poseen dignidad.
Pero la puesta en práctica de ese proyecto se
enfrentó a dos tipos de problemas: (1) La universalización de la
condición de ciudadano y del respeto por la dignidad humana se
van imponiendo muy lentamente, dejando a amplios sectores de la población al
margen. (2) Hay que aclarar cómo se materializa la condición de ciudadano y la
posesión de dignidad (Es decir, ¿cuáles son los derechos y deberes que ha de tener
un ciudadano?, ¿en qué se traduce eso de que cada ser humano es valioso por sí
mismo?).
&2
Un poco de historia
En 1492 se produce el Descubrimiento de América,
como consecuencia de una expedición financiada por Isabel I de Castilla y
.organizada por Colón. (Algunos dicen ahora que no hubo ningún descubrimiento,
dado que en América ya había gentes desde hacía unos veinte o treinta mil años.
Pero si hablamos de descubrimientos geográficos, nos referimos a
descubrimientos que puedan hacer quienes posean una «geografía», es decir, un
mapa de la Tierra. En cualquier caso, los europeos, que sí tenían un mapa de la
Tierra, se encontraron con algo que no figuraba en ese mapa).
Tras el «descubrimiento» se produce la
conquista del continente por parte de los reinos hispánicos: Castilla, Aragón
(agrupados bajo la Monarquía Hispánica), y Portugal. Esa conquista suscitó un
debate muy fuerte entre los teólogos hispanos, especialmente los teólogos de la
Universidad de Salamanca, sobre la legitimidad de la conquista y los
derechos que deberían tener los conquistados. Entre estos teólogos destacaron
Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Bartolomé de las Casas, etc., que defendieron
la existencia de unos derechos naturales que poseerían todos los seres
humanos, incluyendo, claro está, los «naturales» americanos.
Estos debates llevaron, primero a Fernando II
de Aragón (Fernando el Católico) y luego a Carlos I, a propiciar la elaboración
de un cuerpo de leyes (primero las Leyes de Burgos, de 1512, y luego las
Leyes Nuevas de Indias, de 1542), muy avanzadas para la época y que
pueden ser consideradas precursoras en el desarrollo de los derechos humanos.
No obstante, hubo resistencias muy fuertes por parte de los colonos españoles a
aceptar estas leyes, y dificultades de todo tipo para aplicarlas.
A finales del siglo XVIII se produce la Revolución
americana (la «Revolución de las Trece Colonias», para ser exactos) que
culmina con la Declaración de Independencia de los EE.UU. de América (en
1776), y la aprobación de la Constitución (en 1787), de carácter liberal
y democrático.
En 1789, con la toma de la Bastilla, se inicia
la Revolución francesa. Los revolucionarios proclaman la Asamblea
Nacional Constituyente, que aprueba la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, y ponen en marcha la creación de un Estado liberal
y democrático.
A la Revolución americana y la Revolución
francesa, le siguen otra serie de revoluciones en Europa y la América española
y portuguesa, que expanden el modelo de Estado liberal y democrático.
La Revolución de las Trece Colonias, la Revolución
francesa, y sus epígonos europeos y americanos, liquidan el Antiguo Régimen,
y hacen triunfan el modelo de Estado liberal, en el que los individuos
han de tener la condición de ciudadanos (condición que es incompatible
con un régimen de servidumbre).
&3
Problemas no resueltos y nuevos problemas
Pese a que los nuevos Estados europeos y americanos
reconocen la condición de ciudadanos a sus miembros, y pese a la ética de la
dignidad que se desarrolla en paralelo a esa condición, sigue habiendo una
parte considerable de la población excluida de la ciudadanía (y por ello
también de la dignidad).
Así, en muchos de los nuevos Estados liberales
europeos y americanos, las mujeres no pueden votar, y siguen estando
sometidas a los varones en su vida privada. En otros, además, sigue existiendo
la esclavitud, y las minorías étnicas (negros, judíos,
descendientes de los pueblos americanos preeuropeos, gitanos, inmigrantes de origen
asiático, etc.), siguen sin tener derechos políticos. Y, en algunos,
también los pobres, incluidos los varones de los grupos étnicos dominantes,
están excluidos de la ciudadanía. De modo que, pese a los cambios notables, los
derechos siguen siendo el privilegio de un grupo (por lo general, los
varones, de la etnia dominante, con cierto nivel de riqueza).
Y fuera de Europa y América, la situación es peor.
Muchos países están reducidos a la condición de colonias, e incluso en
los que no es así, perviven modelos de Estado de carácter feudal o semifeudal,
con sociedades patriarcales y estamentales.
Además, el reconocimiento de la condición de
ciudadanos no siempre garantiza la participación de estos en los beneficios
sociales y económicos, imprescindibles para llevar una vida digna.
De modo que aparecen nuevos problemas: decidir
cuáles son los derechos que lleva consigo la condición de ciudadano, y cuáles
son los derechos acordes con el respeto a la dignidad humana.
La lucha por la dignidad, la extensión de la
condición de ciudadano a quienes todavía no la han alcanzado, y establecer qué
derechos son acordes con la dignidad humana y con la condición de ciudadano, se
convierten en los motores de las luchas políticas y sociales a lo largo de los
siglos XIX y XX.
Surgen así los movimientos feministas, las organizaciones
obreras (sindicatos) y los movimientos abolicionistas (frente a la
esclavitud), y antirracistas.
En el siglo XX aparecen, además, los regímenes
totalitarios (tales como el nacional-socialismo, el fascismo, el socialismo
soviético, el maoísmo), que liquidan los modelos liberales de Estado allí donde
triunfan. Y al liquidar los modelos liberales de Estado acaban también con las
libertades sociales y políticas que el liberalismo había traído consigo.
Especialmente brutal fue el régimen
nacional-socialista alemán, basado en un ideario nacionalista y racista,
que provocó la II Guerra Mundial, con decenas de millones de muertos en
los campos de batalla, y que asesinó, en centros de exterminio, a millones de
personas (en su mayoría judíos) por no pertenecer a la raza apropiada.
&4
La
Declaración Universal de los Derechos Humanos
Tenemos, entonces, que el proyecto de humanidad que
se desarrolla entre los siglos XV y XVIII -y que trae consigo una determinada
concepción del ser humano en la cual este viene caracterizado por la condición
de ciudadano y la posesión de dignidad-, se va imponiendo muy lentamente; e
incluso con retrocesos notables (y brutales), en el siglo XX.
Pero, precisamente, las consecuencias terribles de
la II Guerra Mundial -especialmente las atrocidades del nacionalsocialismo-,
convencieron a los líderes políticos de los países vencedores de la guerra, y a
otros líderes sociales, de que era necesario establecer un código de derechos
válido para todos los seres humanos. Un código de derechos que comprometiese a
todos los Estados a respetar la dignidad y la condición de ciudadanos
de todos sus miembros. Y dónde se estableciese de un modo claro los derechos
que lleva asociado el reconocimiento de la condición de ciudadano y el respeto
a la dignidad.
Así es como se consiguió que, el 10 de
diciembre de 1948, en una Asamblea General de la Organización de las
Naciones Unidas, se aprobase la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es una asociación formada por casi todos los
Estados soberanos que existen actualmente (un total de 193). Es la mayor organización internacional existente. La ONU fue fundada el 24 de octubre de 1945 en San Francisco (California), por 51 países, al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
Se creó con el objetivo de potenciar la cooperación en cuestiones tales como el
Derecho internacional, la paz, la seguridad, el desarrollo económico y social, los
asuntos humanitarios y los derechos humanos. Tiene su sede en Nueva York. Su secretario general actual
es el portugués António Guterres.
La Declaración Universal de los Derechos
Humanos consiste en un documento, que consta de un preámbulo y
treinta artículos, en el que se recogen los derechos básicos que deben tener
todos los seres humanos, para que el respeto a su dignidad y a la condición de
ciudadanos se hagan efectivos.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2. ¿Con qué dos problemas fundamentales se
encuentra la universalización de la ciudadanía y la dignidad?
3. Señala
algunos momentos históricamente relevantes para el triunfo de la nueva
concepción del ser humano que nace con el proyecto de humanidad moderno.
4.
¿Quiénes quedaron excluidos inicialmente del proyecto de humanidad moderno
(esto es, de la condición de ciudadanos poseedores de dignidad)?
5. ¿Qué
movimientos surgieron para combatir la exclusión de aquellos colectivos que se
dejaron al margen de la condición de ciudadanos poseedores de dignidad?
6. Uno de
los movimientos que desempeñaron un papel importante para universalidad la
ciudadanía y la dignidad fue el movimiento feminista. ¿Qué es el movimiento
feminista y cuáles eran sus objetivos? (Puedes encontrar abundante información
en Internet).
7. Dos
hitos en el desarrollo del movimiento feminista los constituyen la «Declaración
de los derechos de la mujer y de la ciudadana», de 1791, por parte de Olimpia
de Gouges, y la «Declaración de sentimientos», de Seneca Falls, de 1848.
Busca
información sobre Olimpia de Gouges y escribe una pequeña biografía.
Busca
información sobre la declaración de Seneca Falls y explica: (a) ¿Quiénes la
llevaron a cabo? ¿Qué pretendían?
8. De
entre los líderes antirracistas destacan Martin Luther King y Nelson Mandela.
Busca información sobre ambos y a continuación explica en cada caso contra qué
iba dirigida su lucha y qué pretendían.
9. ¿Qué es un sindicato? ¿Cuándo se formaron
los primeros sindicatos? ¿Qué pretendían? (Tienes información abundante en
Internet).
10. ¿Qué
es la Declaración Universal de los Derechos Humanos?
11. Hazte
con la Declaración Universal de los Derechos Humanos. (Puedes encontrarla aquí: http://vayavalores.blogspot.com/2016/09/valores-eticos-1eso-contenidos-basicos-1.html). Léela.
En el Artículo 1, aparecen aquellos atributos que la Declaración establece como
inherentes a la naturaleza humana. Indícalos y explícalos uno a uno.
12. De esos atributos concluye la
DUDDHH que los seres humanos deben comportarse fraternalmente unos con otros.
¿Qué es un comportamiento fraternal? ¿Por qué la posesión de esos atributos
implica la obligación moral de portarse fraternalmente unos con otros?
13. El Artículo 5 dice que: «Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes». Teniendo en cuenta lo que se ha dicho de los atributos que la
Declaración establece como inherentes a los seres humanos, y lo que hemos dicho
sobre la dignidad, ¿qué puede ser un trato inhumano o degradante?
14. Los Artículos 6, 7, 8, 9, 10 y 11, tienen que ver con la protección
jurídica de las personas. ¿Podrías explicar, a partir de la lectura de estos
artículos, qué se entiende por un juicio justo?
15. ¿Qué significan los términos o expresiones,
«arbitrariamente detenido», «presunción de inocencia», «discriminación»,
«violación de derechos», que aparecen en esos artículos?
5. CIUDADANOS Y ESTADOS
&1
Introducción
Hemos visto como el
proyecto de humanidad que se desarrolla en el mundo moderno concibe al ser
humano como poseedor de dignidad y de la condición de ciudadano.
Hemos visto también que
un ciudadano es el que está sometido a la ley (que es la que fija esos derechos
y deberes), pero no a otros seres humanos. (Estar sometido a otros seres
humanos significaría ser siervo, o esclavo, cosas ambas que son
incompatibles con la condición de ciudadano).
Pero estar sometido a las leyes implica la
existencia de un Estado. Pues solo hay leyes si existen instituciones
capaces de poner en marcha tales leyes, defenderlas, castigar a quien las
incumple, etcétera. Tales instituciones son los Estados.
La noción de ciudadano apareció, de hecho, en las Ciudades-Estado
griegas del mundo antiguo (lo que ellos denominaban polis). Y la
concepción actual de la ciudadanía surgió a partir de las revoluciones
liberales de Europa y América, que liquidaron el Antiguo Régimen y dieron
origen a los modernos Estados nacionales.
Pero la condición de ciudadano arrastra consigo,
desde su origen, varios problemas, que podemos concretar en tres: (1) ¿Quiénes
han de tener la condición de ciudadanos? (2) ¿Cuáles han de ser los derechos y
deberes que van aparejados a la condición de ciudadanos? (3) ¿Cuáles han de ser
las relaciones de los ciudadanos con el Estado?
&2
La
condición de ciudadano en las polis de la Grecia Antigua
En las Ciudades-Estado griegas del mundo
antiguo la respuesta a estos problemas podemos resumirla así:
(1) Ciudadanos son los varones, libres,
nacidos en la polis e hijos de nacidos en la polis. (Una
considerable parte de la población quedaba, pues, excluida de la condición de
ciudadanos: las mujeres en general, los varones reducidos a la condición de
esclavos, y los extranjeros o hijos de extranjeros).
(2) Los derechos y deberes de los ciudadanos
consisten, fundamentalmente, en el derecho y el deber de participar en las
asambleas de ciudadanos, donde se fijan las leyes que han de
gobernar la polis (y, por lo tanto, el resto de derechos y deberes que puedan
tener).
(3) La comunidad política, es decir, la polis, es
concebida como un organismo, y los individuos y grupos sociales que lo
forman como partes de ese organismo. Es decir, no se concibe la
existencia de derechos al margen de la polis. (Nuestro concepto de derechos
inalienables o inherentes a cada ser humano no tendría sentido en ese
contexto).
&3
La
condición de ciudadano en el Estado moderno
En el mundo moderno triunfa una nueva concepción del
Estado (algunos dirán que, de hecho, solo los Estados modernos son propiamente
«Estados»).
El Estado moderno aparece como una institución
político-burocrática cuyo objetivo es la organización, cuidado y control de
la sociedad. La sociedad aparece como un conjunto de individuos, con sus
propios intereses, que pueden entrar en conflicto con los intereses de otros
individuos. Individuos a los que se considera, además, poseedores de derechos
inherentes a su condición humana (es decir, que poseen al margen del Estado).
Se liquida, por lo tanto, la concepción orgánica de
la comunidad (propia de las polis antiguas, y que se mantiene, aunque de otro
modo, en la sociedad feudal).
Los
Estados modernos surgen a partir de un proceso que podemos resumir así:
En
torno al siglo XV comienza la liquidación de la sociedad feudal. Los reyes someten
a la nobleza (surgen así, las monarquías
autoritarias y absolutistas).
Para ayudarse en sus tareas de gobierno los monarcas ponen en marcha una serie
de mecanismos administrativos y de ejercicio del poder precursores
del Estado moderno (centralizan el
poder gobernando el Estado desde la capital, crean ejércitos al servicio del propio monarca, amplían y mejoran la administración,
crean sistemas de recaudación de impuestos
con los que mantener todo el aparato del Estado, etc.). Precursores de este
proceso son Isabel I de Castilla, Fernando II de Aragón y Juan II de Portugal.
Este
Estado creado por las monarquías autoritarias y absolutistas se pondrá al servicio
de los intereses de la nobleza y la
alta burguesía, que son los sectores
en que se apoya. Contra esa concentración del poder se fraguará, ya en el siglo
XVIII, un movimiento revolucionario apoyado en las clases medias y en doctrinas políticas de corte liberal. Este movimiento
revolucionario triunfará con la Independencia
de los EE. UU. y la Revolución
Francesa, de donde surgirán los modernos Estados liberales y democráticos.
Pero ya hemos visto como
muchos de estos Estados derivaron hacia Estados totalitarios. Y ya hemos visto, también, algunas de las consecuencias terribles que
esto trajo consigo. Para evitar que este tipo de hechos volviesen a suceder se
aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En dicha
Declaración se establece quiénes han de ser ciudadanos, cuáles son los derechos
que lleva asociada la condición de ciudadano, y cuáles han de ser las
relaciones entre los ciudadanos y el Estado.
Actualmente la inmensa mayoría de los Estados
existentes se han comprometido a respetar la mencionada DUDDHH. Por lo que las
respuestas de los actuales Estados liberales y democráticos a las tres
preguntas planteadas en 5. &1. podemos resumirlas así:
(1) Ciudadanos son, en principio, todos los seres humanos
(aunque en la práctica sigue habiendo grupos excluidos de la ciudadanía plena
en muchas zonas del planeta).
(2) Los derechos y deberes quedan establecidos en
las Constituciones nacionales, que varían de unos países a otros, pero
que, mayormente, se han comprometido a respetar los mínimos establecidos en la
DUDDHH.
(3) Los individuos tienen ciertos derechos
inherentes a su condición humana, que, por lo tanto, no pueden ser conculcados
por el poder político. El poder político, el poder del Estado, tiene, pues,
ciertos límites que no debe traspasar (que no puede, legítimamente, traspasar),
y que están fijados en la DUDDHH.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2. (a) ¿Qué es un Estado? (b)
¿Cómo surgen los Estados modernos?
3. (a) ¿Dónde surge el concepto
de ciudadano? (b) ¿Qué relación existe entre la condición de ciudadano y la
existencia del Estado?
4. ¿Qué similitudes y diferencias
hay entre la condición de ciudadanos en las polis del mundo griego antiguo, y
la condición de ciudadano que surge tras las modernas revoluciones liberales?
5. Hazte con una Declaración
Universal de los Derechos Humanos. Léela y responde a las siguientes
cuestiones: (a) ¿Quiénes han de tener la condición de ciudadanos según dicha
Declaración? ¿En qué te basas para apoyar tu respuesta? (b) ¿Cuáles son los
derechos inherentes a la condición de ciudadanos según dicha Declaración? ¿En
qué te basas para apoyar tu respuesta? (c) ¿Cuáles han de ser las relaciones
entre ciudadanos y Estados según dicha declaración?
6. (a) ¿Debe tener límites el
poder del Estado en relación con los ciudadanos? (b) ¿Cuáles crees tú que deben
ser los límites del poder del Estado?
6.
EL ESTADO SOCIAL Y DEMOCRÁTICO DE DERECHO
&1
Formas
de Estado y tipos de derechos
Recordemos que en el mundo moderno la existencia de
derechos viene garantizada por la existencia del Estado. Pero no toda
forma de Estado es compatible con la posesión de cualquier tipo de derechos.
Así, aunque el Estado moderno nació bajo la forma de
Estado liberal, esta forma de Estado tuvo que convivir con Estados
totalitarios, dictaduras militares, regímenes autoritarios,
etc. Estas formas de Estado conculcan, por su propia naturaleza, muchos de los
derechos que se consideran básicos para garantizar el respeto a la dignidad de
las personas y su condición de ciudadanos.
En nuestra época, tales formas de Estado no resultan
ya justificables (aunque siguen existiendo). No obstante, el modelo liberal de
Estado tampoco parece suficiente para garantizar la posesión de ciertos derechos
políticos y sociales necesarios para que se respete la dignidad de las
personas.
Así, por ejemplo, aunque se reconozca el derecho a
voto a todos los individuos que componen un Estado (sufragio universal), se
respete la libertad de asociación, se respete la libre expresión del
pensamiento, etc., si tales individuos no tienen garantizadas unas mínimas
condiciones de bienestar material no se puede hablar de vida digna. (¿De qué le
servirían a alguien todos estos derechos y libertades si se muere de hambre?).
Por eso los Estados actuales han asumido como tarea
propia, garantizar ciertos elementos indispensables para mantener el bienestar
y dignidad de sus ciudadanos. Surge entonces un nuevo modelo de Estado, que
evoluciona a partir del Estado liberal, y que se conoce como «Estado Social
y Democrático de Derecho».
Así, por ejemplo, el Artículo 1 de la Constitución
española dice: «España se constituye en un Estado social y democrático de
Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la
libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político».
¿Y qué es un Estado social y democrático de Derecho,
y qué quiere decir que España se constituye con un Estado social y democrático
de Derecho? Vamos a explicarlo a continuación, pero antes vamos a aclarar el
origen y significado de la democracia.
&2
Origen
y significado de la democracia y tipos de democracia
La
palabra democracia procede del
griego, y significa gobierno del pueblo
(de demos = pueblo y kratos = poder, gobierno). Los primeros
regímenes políticos que se calificaron de democráticos aparecieron en las polis
griegas del siglo V a. C. En esta época era frecuente contraponer la democracia
(gobierno del pueblo), a la aristocracia
(gobierno de los «mejores», de los nobles), y a la monarquía (gobierno de uno solo, -de monas = unidad-).
Ahora
bien, en las polis griegas democráticas no todos los individuos podían participar
en la vida política. Como ya hemos visto, solo tenían la condición de
ciudadanos los varones, libres, naturales de la polis e hijos de naturales de
la polis; es decir, había una ciudadanía
restringida. Y solo los ciudadanos podían participar en la toma de
decisiones políticas. Estas decisiones se tomaban directamente, en la asamblea
de ciudadanos, por lo que las democracias griegas eran democracias directas.
Después
de las conquistas de Alejandro Magno, el sistema de organización en polis fue liquidado, y con él los gobiernos
de tipo democrático.
La
democracia volvió a resurgir en Europa a partir de la Revolución francesa. En
un principio los nuevos Estados democráticos también tenían el derecho de
ciudadanía restringido (por lo general a los varones con cierto nivel de
riqueza).
Pero
tras décadas de luchas de los movimientos sindicales, feministas, minorías
étnicas, etc., se ha implantado el sufragio
universal en los actuales Estados democráticos. Esto quiere decir que se
reconoce el derecho al voto (y a otras formas de participación en la vida
política) a todos los individuos que forman un Estado. Todos los individuos tienen,
por lo tanto, la condición de ciudadanos, sin exclusiones por razón de sexo,
raza, nivel económico, etc.
Otra
diferencia entre las democracias actuales y la democracia griega es que nosotros
no tomamos las decisiones directamente, en asamblea de ciudadanos, sino que
elegimos a unos representantes que son quienes hacen las leyes en nuestro
nombre, y que se responsabilizan personalmente de sus decisiones. Por eso se
dice que las democracias actuales son democracias indirectas o democracias representativas.
&3
El
Estado social y democrático de Derecho
Aclarado el significado del término democracia
podemos explicar ahora qué es un Estado social y democrático de Derecho,
tomando como ejemplo el Estado español. Para ello vamos a responder a tres
preguntas: ¿Por qué el Estado español es un Estado democrático? ¿Por qué el
Estado español es un Estado de Derecho? ¿Por qué el Estado español es un Estado
social?
● Que sea un «Estado
democrático» quiere decir que la soberanía reside en la voluntad popular. Es decir, que los
poderes que constituyen el Estado son elegidos (directa o indirectamente) por
el pueblo español. Los tres poderes que constituyen el Estado son el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial.
Veamos quien los ejerce y en qué consisten:
(1)
En España el poder legislativo
reside en las Cortes generales
(Parlamento y Senado), y en los diversos parlamentos
autonómicos. Se encarga de hacer las leyes.
Y es elegido directamente por los ciudadanos. El
gobierno también puede aprobar leyes directamente sin pasar por el Parlamento,
mediante un decreto-ley (Real Decreto).
Pero con dos condiciones: (a) Esas leyes no podrán afectar a las instituciones
básicas del Estado, ni a los deberes, derechos y libertades de los ciudadanos,
ni al sistema electoral. (b) Esas leyes tendrán que ser finalmente aprobadas
por el Parlamente en un plazo de treinta días.
(2) El poder ejecutivo reside en el Gobierno (y en los gobiernos autonómicos y locales).
Se encarga de aplicar las leyes, de ponerlas en funcionamiento. El gobierno es
elegido por el Parlamento (de modo que se puede decir que es elegido «indirectamente»
por los ciudadanos).
(3)
El poder judicial reside en los Juzgados y Tribunales de Justicia. Se
encarga de hace cumplir la ley, juzgando y penalizando a quien la incumple. El
gobierno de los jueces y tribunales reside en el Consejo General del Poder Judicial (que tiene 21 miembros elegidos
por las Cortes). Los tribunales ordinarios están sometidos a los
dictámenes del Tribunal Supremo, que es la instancia última a la que se
puede apelar, y del Tribunal Constitucional, que es el que tiene la
última palabra en aquellas cuestiones que puedan suponer violación de la constitución.
Los miembros del Tribunal Supremo son nombrados por el Rey a instancias del
Consejo General del Poder Judicial. Los miembros del Tribunal Constitucional
son elegidos por el Parlamento (10) y el Consejo General del poder Judicial
(2).
Los ciudadanos comunes pueden participar en la administración de la justicia a
través de los jurados populares.
●
Que sea un Estado de derecho quiere
decir que tanto los poderes del propio Estado, como las demás instituciones e
individuos particulares están sometidos a la ley y protegidos por la ley.
●
Que sea un Estado social quiere
decir que el Estado se encarga de poner en marcha aquellas acciones necesarias
para lograr la solidaridad y bienestar de los ciudadanos. Así, por
ejemplo, el Estado se encarga de redistribuir la riqueza generada en el país
poniendo en marchar un sistema público y gratuito de enseñanza, una sanidad
pública y gratuita, infraestructuras, sistema de pensiones, financiar
actividades culturales diversas, tales como museos, actividades deportivas,
etc.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2. ¿Qué significa y dónde se origina el
término democracia?
3. ¿Qué condiciones tenían que darse
para ser considerado ciudadano en las polis democráticas de la Grecia antigua?
4. a) ¿Qué es una «democracia
directa»? b) ¿Y una «democracia representativa»? c) ¿Qué ventajas e
inconvenientes le encuentras a ambos tipos de democracia?
5. ¿Qué se entiende por «sufragio
universal»?
6. a) ¿En dónde reside el poder
legislativo en España? b) ¿Cuál es su función? c) ¿Quién y cómo lo elige?
7. a) ¿Dónde reside el poder
ejecutivo en España? b) ¿Cuál es su función? c) ¿Quién y cómo lo elige?
8. a) ¿Dónde reside el poder
judicial en España? b) ¿Cuál es su función? c) ¿Quién y cómo lo elige?
9. a) ¿Por qué podemos decir que
España es un Estado democrático? b) ¿Y por qué podemos decir que el Estado
español es un Estado de derecho? c) ¿Qué quiere decir que el Estado español es
un Estado social?
10. Una de las tareas del Estado es
poner en marcha las acciones necesarias para lograr la solidaridad de los
ciudadanos (o dicho de otra manera, para repartir la riqueza), ¿qué hace el
Estado para lograr esto?
7.
LA JUSTICIA COMO FINALIDAD DEL ESTADO
&1
Felicidad
y justicia
Hemos visto como en nuestra época el modelo de
Estado que se ha ido imponiendo, aquel que parece más acorde con la autonomía
racional de los seres humanos, y en consecuencia, con la defensa de la
condición de ciudadanos y la dignidad de todos los seres
humanos), es el Estado democrático de derecho.
Lo de «democrático» hace referencia a que los
poderes del Estado se sustentan, en último término, en la voluntad popular. Y
lo de «de derecho», hace referencia a que todos los individuos e
instituciones están sometidos a la ley y protegidos por la ley (incluso frente
a los poderes del propio Estado, incluso frente a las mayorías).
Pero los actuales Estados han asumido otras
funciones, por eso se les suele calificar de Estado «social» y democrático de
derecho.
Lo de «social» hace referencia a cosas tales
como instaurar el bienestar, la felicidad, la justicia, en el seno de las
comunidades organizadas por el Estado en cuestión.
Y esto plantea otro problema. ¿Cuál es el papel que
debe asumir en este caso el Estado?
En el mundo contemporáneo las respuestas a esta
pregunta podemos reducirlas a dos, representadas por dos grandes corrientes de filosofía
política:
(1) Para algunos, por ejemplo, para el utilitarismo,
una corriente de filosofía política cuyo representante más destacado es John
Stuart Mill, un Estado correcto es aquel regido por unas leyes correctas y
unas leyes correctas son aquellas que aumentan la cantidad general de felicidad.
(2) Para otros, entre los que destaca John Rawls,
el Estado está, ante todo, para instaurar la justicia.
&2
La
justicia distributiva
Ralws sostiene que una ley que aumente la cantidad
general de felicidad, pero cometa injusticia, aunque sea con un solo individuo,
sería ilegítima.
Supongamos, dice Rawls, que un asesino peligroso
anda suelto, lo que provoca una enorme angustia en la comunidad. Ahora
supongamos que el gobierno coge a un chivo expiatorio y lo encierra para
tranquilizar a la gente. Con este hecho la cantidad general de felicidad
aumenta. Pero no es lícito tolerar una acción semejante.
La función comunitaria del Estado, concluye Ralws,
no es aumentar la cantidad general de felicidad, sino instaurar la justicia.
Ahora bien ¿qué es la justicia?
La reflexión sobre la naturaleza de la justicia
abarca toda la historia del pensamiento filosófico y político.
Así, ya en la Grecia clásica, Aristóteles
diferenciaba entre varios tipos de justicia:
Por un lado está la justicia
general o legal, que consiste en
el cumplimiento de la ley.
Por otro lado están los tipos particulares
de justicia. Estos son: (1) La justicia
conmutativa: que consiste en que haya un equilibrio en el intercambio de
bienes entre los individuos. (2) La justicia
correctiva: que consiste en que haya un equilibrio entre delitos y
castigos. (3) La justicia distributiva:
que consiste en que haya un equilibrio en el reparto de beneficios y de cargas
entre los individuos de una misma polis (y de un mismo rango, diría Aristóteles).
De este último sentido de
justicia, el que atañe al reparto de beneficios y cargas en el seno del Estado,
es del que tratamos aquí. Pues el componente social del Estado hace referencia,
precisamente, al reparto de beneficios y cargas, a la justicia distributiva.
Pues bien, Rawls, siguiendo la tradición
que viene de Aristóteles, sostiene que la justicia social (o distributiva)
tiene por objeto establecer cómo han de distribuirse los derechos y deberes,
beneficios y obligaciones, que surgen de la colaboración social.
El problema reside en encontrar
unos principios básicos de la justicia que puedan ser aceptados por todos, dado
que cada uno defiende sus intereses particulares, y que cada uno tiene unos
intereses particulares distintos.
Para poder llegar a un acuerdo
tal Rawls elabora su teoría de la posición
original. Veamos en qué consiste:
&3
La posición original
Imaginemos un grupo de seres
humanos que poseen íntegras sus facultades mentales, y una capacidad de razonar
apropiada, y además tienen un cierto conocimiento de lo que es el ser humano y
su historia.
Ahora imaginemos que tal grupo
de seres humanos está cubierto por un «velo
de ignorancia» que les impide saber si son varones o mujeres, ricos o
pobres, cuál es su raza, si practican alguna religión, etcétera. Esto es,
sufren un desconocimiento total acerca de aquello que pudiese orientar sus
intereses en un sentido diferenciado.
Este grupo de hombres se
encontrarían en la situación que Rawls llama posición original (aquella
en la que todavía no hay intereses adquiridos).
&4
La justicia como imparcialidad
Ahora supongamos que a tal
grupo de seres humanos se les pide que elaboren los principios básicos por los que ha de regularse la distribución de
bienes, derechos y deberes, de una sociedad en la que, además, les va a tocar
vivir cuando se levante su velo de
ignorancia.
Puesto que los individuos
encargados de establecer los principios básicos por los que ha de legislarse
esa sociedad no conocen cuál va a ser su rol, estatus, clase social, etcétera,
buscarán aquellos principios que les permitan obtener el máximo beneficio posible
sea cual sea su situación social.
Estos principios tendrían que
ser los siguientes:
(1) Los individuos tendrán igualdad de libertades, pero además
cada individuo tendrá el máximo de
libertades posibles que sea compatible con el máximo de libertades de
todos los demás.
(2) La distribución de los
bienes en esa sociedad será tal que: (a) Solo se admitirán las desigualdades económicas en caso de que
esa desigualdad resulte más beneficiosa
para todos que la igualdad. (b) Los individuos accederán a los distintos
cargos o posiciones sociales en igualdad
de condiciones.
Estos dos principios garantizan
el máximo de beneficios posibles derivados del hecho de vivir en sociedad, para
cada individuo. Por lo tanto, unos individuos absolutamente imparciales (unos individuos que desconozcan
sus circunstancias personales diferenciadas) tendrían que acordar gobernarse
por leyes que respetasen tales principios, con objeto de garantizarse el
máximo de beneficios posible en cualquier situación.
Después de deducir cuales serían
los principios básicos que alguien totalmente imparcial elegiría para
fundamentar un sistema legislativo Rawls define la justicia como aquella situación en la que todos los valores sociales fuesen distribuidos igualitariamente,
salvo que una distribución desigual beneficiase a todos los miembros de la
sociedad.
De
donde se deduce que será considerada injusta toda desigualdad social que no
beneficie a todos. (Por eso también se denomina a esta concepción de la
justicia de Ralws «justicia como equidad»).
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2. ¿Qué entiende Stuart Mill
por justicia?
3. ¿Qué te parece más importante, que el Estado vele por la felicidad
de los ciudadanos o por la justicia? Razona tu respuesta.
4. a) ¿Qué entiende
Aristóteles por justicia conmutativa? b) ¿Y por justicia correctiva? c) ¿Y por
justicia distributiva?
5. a) ¿Qué entiende Rawls por
posición original? b) ¿Qué se propone con su propuesta de la posición original?
6. a) ¿Cuáles son los
principios para organizar el Estado que, según Rawls, aprobarían unos
individuos situados en la «posición original»? b) ¿Por qué aprobarían estos
principios?
7. a) ¿Cómo define Rawls la justicia a partir de los principios que
elegirían unos individuos situados en posición original para organizar el
sistema legal del Estado? b) ¿Estás de acuerdo con esta definición de justicia?
Explica por qué sí o por qué no.
8.
DE LA POLÍTICA A LA ÉTICA
&1
Introducción
Hemos comenzado este curso diciendo que los seres
humanos somos unos animales peculiares, unos animales obligados a hacer planes
y proyectos de vida, dado que la naturaleza no predetermina nuestra
conducta.
A continuación hemos mostrado algunas
características del proyecto de la modernidad, en el que, en gran
medida, seguimos instalados, centrándonos en sus consecuencias políticas.
La política tiene que ver con el modo de organizar
la vida en comunidad. Pero los humanos también necesitamos hacer proyectos de
vida individuales, pensados para organizar nuestra vida como individuos. Y aquí
entran en escena la moral y la ética.
&.2
Sobre
la moral
Vamos
a aclarar antes de nada qué entendemos por moral. En español es frecuente usar
el término moral con dos usos bien diferenciados:
(1) Por un lado usamos el término moral en
expresiones tales como «El equipo tenía la "moral" muy alta»,
«Antonio está bajo de "moral"», etc. En este caso la moral hace
referencia al estado de ánimo.
(2) Pero también usamos el término moral (e
inmoral) en expresiones como «Mi "moral" me impide estafar a nadie»,
«Es una "inmoralidad" lo que has hecho», «Hay que
"moralizar" la vida pública», etc. En este caso por moral entendemos
un tipo determinado de acciones, acciones que solemos calificar de buenas o
malas, de correctas o incorrectas, de las que decimos que se deben hacer o que
no se deben hacer, etc.
Pues
bien, aquí nos vamos a referir a este segundo sentido de la moral. La moral es,
pues, un determinado tipo de acción, es decir, de conducta libre orientada a
conseguir ciertos fines. Pero, obviamente, no toda acción es una acción moral.
No toda acción suele, ni puede, ser calificada de buena o mala, de correcta o
incorrecta.
Las
acciones morales se caracterizan por:
(1)
Su contenido viene dado por un conjunto de normas y valores que
regulan nuestro comportamiento libre.
(Toda
conducta moral es, por lo tanto, una conducta libre, una acción. Pero para que
esta conducta pueda ser calificada de moral, además de libre tiene que ser
llevada a cabo siguiendo ciertas normas o valores).
(2) Estas normas y valores son asumidas por el individuo como propias
(esto es, el individuo las hace suyas, las asume «en conciencia», las interioriza).
(Esto
no quiere decir que tales normas o valores tengan que ser creados por el propio
individuo, ya que su origen puede ser diverso. Pueden tener su origen en
costumbres sociales, en la educación familiar, en el poder político, pueden ser
de procedencia religiosa, etc. Pero solo se convierten en normas o valores
morales, insistimos, si el individuo los hace suyos, las asume «en
conciencia»).
(3) Estas normas y valores funcionan como
criterios de decisión últimos, como instancia
última de obligación. Es decir, en caso de conflicto con otros sistemas
de normas, valores, intereses, deseos, etc., el individuo siente que las
normas morales son las que tienen que decidir. (Dicho de otra manera,
identificamos estas normas y valores con el bien, con lo correcto,
con lo que se debe hacer).
(Esto
no quiere decir que cuando las normas morales entren en conflicto con otro tipo
de normas, intereses o deseos, el individuo siempre se atenga a las
normas morales. Puede suceder que por temor, por debilidad de carácter, etc.,
el individuo deje de lado sus propias normas o valores. Pero cuando esto sucede
suele sentirse culpable. Digamos que se autocastiga por no ser fiel a sí mismo
(o, lo que es lo mismo, a las normas o valores que él mismo ha asumido).
&.3
Sobre
la ética
En español, y en otras lenguas, se suele
emplea el término ética con varios sentidos. Pero vamos a centrarnos, de
momento, en uno de esos sentidos: la ética es una disciplina filosófica que trata de la moral.
Y
¿qué hace la ética con la moral?
Pues
la estudia, trata de analizar en qué se fundamentan unos determinados valores y
normas morales, de analizar cuáles son sus orígenes, compara unos sistemas
morales con otros, etc.
Pero
al hacer todo eso, la ética nos hace cuestionar nuestros valores y nuestras
normas morales, nos obliga a reflexionar sobre cuál sea su fundamento, nos
obliga a comparar nuestras normas y valores con otros. Nos obliga, en fin, a
intentar justificarlos racionalmente.
Y,
de ese modo, al analizar y comparar nuestros valores morales, al someterlos a
crítica racional, la ética genera nuevas formas de moral más reflexivas.
Morales de segundo nivel. Genera
morales justificadas racionalmente, y que, por ello, pretenden tener validez
universal (esto es, pretenden ser válidas para todos los seres humanos).
De
modo que el término ética adquiere un segundo sentido: el de moral racional. Tenemos, entonces, que
la ética es una disciplina que estudia
la moral, pero es también un proyecto de moral racional (por eso se habla de la ética de Aristóteles, de la
ética kantiana, etc.).
Fusionando
esos dos sentidos podemos, a modo de resumen, definir la ética como: una disciplina filosófica que estudia las
características y fundamentos de las normas y valores morales, pero al hacerlo
genera nuevas formas de moral justificadas racionalmente.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2 ¿Qué características ha de tener una acción para que se la pueda
calificar de acción moral?
3 ¿Qué quiere decir eso de
asumir una norma «en conciencia»?
4. ¿Qué quiere decir eso de
que los valores y normas morales «funcionan como instancia última de decisión»?
5. (a) ¿En qué dos sentidos
fundamentales suele emplearse el término ética? (b) ¿De qué otra manera, que
integra a las dos anteriores, puede definirse la ética?
6. ¿Qué quiere decir que la
ética es una moral de segundo grado (o segundo nivel)? ¿Qué es una moral de
segundo grado?
7. Piensa un poco y trata de
responder a la siguiente pregunta: ¿por qué se puede decir que, en cierto
sentido, la ética es inmoral?
9. PRINCIPALES TEORÍAS ÉTICAS:
LA
ÉTICA ARISTOTÉLICA
&1
Introducción
Recordemos
algunas cosas que hemos visto hasta ahora:
Hemos
definido la moral como un tipo de acción guiada por normas y valores que
regulan nuestro comportamiento libre y que funcionan como criterios últimos de
decisión.
También
hemos dicho que por ética entendemos dos cosas: (1) Un saber que trata de la
moral, que reflexiona sobre la moral. (2) Pero al reflexionar sobre la moral
(al tratar la moral, al analizarla y comparar unas morales con otras), acaba
generando morales más reflexivas, morales racionales, a las que podemos
denominar morales de segundo nivel (y a las que también designamos con el
nombre de éticas).
Pues
bien, vamos a continuar ahora con la explicación de una de estas morales de
segundo nivel: la ética de Aristóteles.
&2
Fines
como medios y fines últimos
Aristóteles
parte de lo siguiente: todo lo natural se caracteriza por la tendencia a
cambiar. A su vez, todo lo que cambia, cambia para alcanzar un fin. Es
decir, se mueve, cambia, para llegar a algo. Por ejemplo, una bellota cambia
para llegar a ser una encina.
Pues
bien, el ser humano tiene, entre otras capacidades, una voluntad libre. Esa voluntad le permite realizar ciertas acciones.
Y
ahora podemos preguntarnos ¿qué es lo que mueve a la voluntad humana, para que
haga algo?
Al
igual que todas las demás cosas que cambian, cuando la voluntad humana actúa
lo hace buscando algo, es decir persiguiendo un fin. Ahora bien, los fines pueden ser de dos tipos:
(1)
Fines que valen como medios para conseguir otros fines.
(2)
Fines que valen por sí mismos, fines últimos.
Por
ejemplo: estudiamos para conseguir un empleo. Estudiar es, por lo tanto, un
medio para otra cosa. A su vez esa otra cosa puede ser un medio para otra. Por
ejemplo: Buscamos un empleo para ganar dinero. Queremos ganar dinero para
comprarnos una casa, ropa, etc. Todos estos fines son fines que solo tienen
utilidad como «medios», es decir, que solo valen para conseguir otra cosa. Pero
si todo lo que hacemos solo valiese para otra cosa nuestra vida resultaría
absurda. Ante la imposibilidad de conseguir algo que valga por sí mismo,
nuestra voluntad se paralizaría. Por ello tiene que haber fines que valgan por
sí mismos, lo que Aristóteles llama fines
últimos. Pues bien, el único fin último, según Aristóteles es la felicidad.
Ser felices no se busca en función de otra cosa, sino por sí mismo.
&3
Felicidad
y conocimiento
El
problema es que si le preguntamos a la gente qué entiende por felicidad cada
uno puede contestar una cosa distinta: unos dirán que consiste en la riqueza, otros en el poder, o en el placer. Lo mismo sucede si les preguntamos cómo se alcanza la
felicidad. Por ello antes de nada tendremos que explicar en qué cosiste la
felicidad, y cómo se consigue esta.
Según
Aristóteles la felicidad se encuentra en que cada cosa haga lo que le es
propio, en que cada cosa llegue a ser lo que realmente es. Alcance la excelencia, la plenitud. Así, lo propio del zapatero es hacer zapatos, el zapatero
se hace zapatero haciendo zapatos. Lo propio del escultor es hacer esculturas.
El escultor se hace escultor haciendo esculturas.
Pues
bien ¿qué es lo propio del hombre? (Preguntamos qué es lo propio del hombre en
tanto que hombre, no en tanto que es un hombre zapatero, o un hombre escultor).
Según
Aristóteles, lo que hace al hombre hombre, lo que le diferencia de los demás
seres, es la voluntad libre y la razón. Por ello, la forma suprema de la felicidad para el ser humano se
encuentra, según Aristóteles, en guiar su voluntad por el conocimiento
racional.
De hecho, Aristóteles define al hombre como animal racional. Por razón entiende Aristóteles la capacidad
que tenemos de guiarnos por conceptos
y principios universales, o de argumentar usando tales conceptos o principios.
Aristóteles sostiene también
que hay cinco tipos distintos de uso de la razón: (1) El arte o técnica (tékhne):
es el uso de la razón orientada a la producción de cosas. (2) La prudencia (phrónesis): es el uso
de la razón orientado a dirigir nuestra propia vida. (3) La inteligencia o entendimiento (nous): es el conocimiento de los primeros
principios de la cosas, y de los primeros principios del propio entendimiento
(tales como que no es posible que algo sea y no sea la misma cosa al mismo
tiempo). (4) La ciencia (episteme):
es la capacidad de deducir, siguiendo un razonamiento lógico, todas las
verdades posibles a partir de principios ya dados. (5) La sabiduría (sophía): es la reunión del entendimiento y la
ciencia).
&4
Felicidad
y prudencia
Pero
también es verdad que el hombre no es exclusivamente un ser racional. El
hombre tiene también lo que Aristóteles llama un alma sensitiva, y, en consecuencia,
tiene apetitos nacidos de lo conocido a través de los sentidos, es decir,
tiene deseos, pasiones, emociones, etc.
(Aristóteles sostiene que todos los seres están
compuestos de materia, y un principio que organiza a la materia, que le
da una estructura. A ese principio que le da un orden y organización a la
materia le llama forma sustancial. La forma sustancial es una para cada
especie, así, por ejemplo., el oro es oro porque tiene una estructura que hace
que determinado tipo de materia tenga las características propias del oro. Pues
bien, en el caso de los seres vivos, a la forma sustancial le llama Aristóteles
"alma". Y según Aristóteles
hay tres tipos de almas: (1) Los vegetales poseen almas vegetativas, que
hacen que los vegetales tengan la capacidad de nutrirse, crecer y reproducirse.
(2) Los animales tienen un alma sensitiva, que incluye las capacidades
del alma vegetativa y además hace que los animales tenga la capacidad de
conocer a través de los sentidos, de apetecer lo conocido por los sentidos y de desplazarse para conseguir lo apetecido.
(3) Los hombres tienen un alma racional, que además de las funciones del
alma vegetativa y sensitiva, dota a los hombres de una voluntad libre, y de la
capacidad del conocimiento racional).
Esos
deseos y pasiones también forman parte de la naturaleza humana, y son, con
frecuencia, los que nos meten en más líos. Por eso también sería interesante
saber cómo podemos hacer que nuestros deseos y pasiones no nos causen disgustos
y nos hagan felices. La respuesta de Aristóteles es que también debemos
someter esos deseos y pasiones a la razón.
Al
tipo de razón que se encarga de dirigir nuestro comportamiento en relación con
los deseos y pasiones le llama Aristóteles prudencia.
Someter
los deseos y pasiones a la razón (a la prudencia) consiste en no dejarnos
arrastrar por ellos. Aunque como tampoco podemos eliminarlos, ya que esos
deseos y pasiones forman parte de nuestra naturaleza (están en nuestra alma
sensitiva) y no podemos borrarlos, lo que hay que hacer es controlarlos, esto
es, impedir que nos arrastren de una lado para otro. A este control de las
pasiones lo describe Aristóteles como mantenerse en el camino del medio.
Por ejemplo, no debemos ser demasiado desvergonzados en el trato con los
demás, ni demasiado tímidos, ambas cosas son producto de una falta de control
de nuestras emociones. El control racional de nuestro trato con los demás nos
llevaría en este caso a ser modestos, que es el punto medio entre la
desvergüenza y la timidez.
&5
La
felicidad y la virtud
Como
ya hemos dicho la felicidad está en la autorrealización, en realizarnos como
nosotros mismos. Dado que los seres humanos somos animales racionales, debemos
desarrollarnos como tales para ser felices. Para ellos debemos ejercitar la
razón y guiar nuestros deseos y pasiones (lo que tenemos de animal) por la
razón.
Pues
bien, Aristóteles designa con el nombre de virtud a un hábito o costumbre
positivos, así como designa con el nombre de vicio a un hábito o
costumbre negativo. La costumbre de ejercitar la razón será, por lo tanto, una
virtud que debemos practicar, así como la costumbre de guiar nuestros deseos y
pasiones por la prudencia. Dicho esto Aristóteles clasifica las virtudes en dos
tipos:
(1)
Por un lado están las virtudes puramente intelectuales (esto es,
racionales): hay cinco virtudes intelectuales, es decir, cinco costumbres de
ejercitar nuestro entendimiento que nos llevarán a ser felices. Cada una de
estas costumbres se corresponde con un tipo de razón. Así una virtud es el
conocimiento técnico, otra la prudencia, otra el conocimiento de los primeros
principios de las cosas, otra la ciencia, y otra la sabiduría.
(2)
Por otro lado están las virtudes que Aristóteles llama morales:
consisten en guiar las pasiones, deseos y emociones por la prudencia, y
mantenernos en el camino del medio. Para cada tipo de pasión hay una virtud,
es decir, un camino medio.
A
continuación tenemos un cuadro con algunas posibles exageraciones y sus
correspondientes virtudes:
PASIÓN
FALTA
DE CONTROL RACIONAL
|
VIRTUD
GUIADO
POR LA PRUDENCIA
|
PASIÓN
FALTA
DE CONTROL RACIONAL
|
Temeridad
Desvergüenza
Adulación
Prodigalidad
Ostentación
Desenfreno
Irascibilidad
Fanfarronería
|
Valor
Modestia
Gentileza
Generosidad
Magnificencia
Templanza
Afabilidad
Sinceridad
|
Cobardía
Timidez
Mezquindad
Tacañería
Avaricia
Insensibilidad
Indolencia
Pusilanimidad
|
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2 Explica el significado de: «fines como medios» y «fines últimos», «virtud»,
«virtudes morales», «virtudes intelectuales», «prudencia».
3. ¿Qué tipos de fines
distingue Aristóteles?
4 ¿Por qué dice Aristóteles
que tiene que haber un fin último? ¿Cuál es este?
5. ¿En qué consiste la
felicidad según Aristóteles?
6. ¿Qué entiende Aristóteles
por razón? ¿Qué usos distintos de la razón diferencia? ¿Por qué se caracteriza
cada uno?
7. ¿A qué llama Aristóteles
prudencia? ¿Por qué el uso de la prudencia llevaría a mantenernos en el camino
del medio?
8. ¿A qué llama Aristóteles
virtud? ¿Qué tipos de virtudes hay? ¿Por qué se caracteriza cada una?
9. ¿Sabrías poner un ejemplo
sacado de tu vida cotidiana en el que se muestre la utilidad de la prudencia
(entendida en el sentido aristotélico)?
10. ¿Cómo define Aristóteles
al hombre?
11. Frente a las formas
exageradas de comportamiento que señalamos a continuación ¿qué tipo de virtud
correspondería a cada caso?
EXAGERACIÓN VIRTUD EXAGERACIÓN
Temeridad ........................ Cobardía
Desvergüenza ........................ Timidez
Adulación ........................ Mezquindad
Prodigalidad ........................ Tacañería
Ostentación ........................ Avaricia
Desenfreno ........................ Insensibilidad
Irascibilidad ........................ Indolencia
Fanfarronería ........................ Pusilanimidad
10. PRINCIPALES TEORÍAS ÉTICAS:
LA ÉTICA HEDONISTA DE EPICURO
&1
La
felicidad como placer
Epicuro coincide con Aristóteles en que el fin último del hombre consiste
en la felicidad. Pero discrepa en lo que entiende por felicidad y en los
modos de conseguirla. Para Epicuro felicidad significa, ante todo, placer.
Placer en griego se dice hedoné, de ahí
que a los epicúreos se les conozca, también, como hedonistas.
Ahora bien, el placer puede ser entendido en
forma positiva, como estímulo sensorial
(que se obtiene, por ejemplo, a través de la comida, la bebida, el sexo, los
honores, etcétera), o de forma negativa, como ausencia de dolor.
La primera forma de placer puede provocar
sufrimientos a largo plazo. Así, disfrutar habitualmente de ricos manjares
puede resultar placentero, pero puede dañar nuestra salud y crear más displacer
a largo plazo.
Por ello, el tipo de placer que defiende
Epicuro es el que se obtiene de la eliminación
del dolor. Cuanto menos suframos mayor será nuestro placer (y, por lo
tanto, nuestra felicidad), a largo plazo. El objetivo de la ética es, por lo
tanto, enseñar a los hombres a sufrir lo menos posible, y, en consecuencia, a
vivir lo más placenteramente posible.
&2
Tipos de placeres
Epicuro distingue entre placer estático
y placer cinético. El placer estático consiste en hallarse en un estado
en el que hay ausencia de dolor. El placer cinético consiste en una variación
de nuestro estado que nos lleva a eliminar un dolor o malestar. Eliminado
este dolor o malestar nos encontramos de nuevo en un estado de placer estático.
Así, por ejemplo, si tenemos hambre
(malestar) comemos (lo que nos procura un placer cinético) hasta hallarnos
saciados, con lo que desaparece el hambre (y alcanzamos el pacer estático). De
aquí podemos concluir que el auténtico placer que perseguimos es el placer estático,
dado que el placer cinético tiene por objeto alcanzar aquel.
También distingue Epicuro entre placeres
del cuerpo y placeres de la mente. Al placer estático completo del
cuerpo lo denomina aponía, por tal se entiende la ausencia de dolores o molestias
físicas (ausencia de hambre, de frío, de sed). Al placer estático completo
de la mente lo denomina ataraxia, por tal se entiende la ausencia total de ansiedad y perturbación.
Para alcanzar ese estado Epicuro trata de
enseñar a los hombres a superar los «cuatro
temores», y a enfrentarnos de modo adecuado con los deseos.
&3
Los cuatro
temores
Los cuatro temores fundamentales de los seres
humanos son: el temor a los dioses,
el temor a la muerte, el temor al sufrimiento físico, y el temor al fracaso futuro.
Con respecto a los dioses Epicuro sostiene que son eternos y perfectamente felices.
Por ello, los hombres no les interesan lo más mínimo, no intervienen en sus
asuntos recompensándolos o castigándolos, por lo que estos no deben tener
ningún temor a los dioses.
El alma,
como ya hemos visto en la Unidad 7, se disuelve al morir el individuo, de donde
se sigue que la muerte no puede ser
sentida, y que no hay ningún más allá de la muerte. Por lo tanto, el temor a
la muerte, o a lo que haya más allá de la muerte, no tiene sentido.
Con respecto al dolor Epicuro nos invita a llevar una vida sencilla y acorde con la
naturaleza, que es la mejor forma de evitar aquellos tipos de dolor que está en
nuestras manos evitar.
Y con respecto al futuro sostiene que no hay que preocuparse por lo que no está en
nuestras manos.
&4
Los deseos
Epicuro sostiene, también, que hay tres tipos
de deseos. Estos son:
(1) Deseos
naturales y necesarios: son aquellos que son imprescindibles para
alcanzar la supervivencia y la felicidad, por lo que debemos tratar de
satisfacerlos siempre. Son deseos tales como comer para satisfacer el hambre, beber
para satisfacer la sed, guarecerse del frío.
(2) Deseos
naturales pero no necesarios: son aquellos que, aun teniendo
origen en nuestra naturaleza son prescindibles. Son deseos tales como el de
comer exquisitos manjares, deseos sexuales, etcétera. La satisfacción de tales
deseos produce un placer cinético inmediato, pero conlleva siempre un cierto
riesgo de dolores futuros, por lo que deben ser evitados, aunque puede ser
conveniente satisfacerlos de vez en cuando, y dentro de ciertas condiciones.
(3) Deseos
innaturales e innecesarios: son deseos tales como los deseos de fama,
honor, triunfo político, etcétera. Tales deseos son siempre fuente de dolores y
angustias por lo que deben ser evitados en toda ocasión.
El sabio es quien sabe calcular sus acciones
de modo que obtenga el mínimo de dolor (o, lo que es lo mismo, el máximo de
placer). Para ello ha de saber calcular cuando tiene que renunciar a un placer
inmediato porque ello puede llevarle a un dolor mayor en el futuro, y ha
de saber contrarrestar aquellos dolores que sean inevitables recreándose en los
placeres apropiados.
Epicuro tuvo muchos seguidores en el mundo romano
(entre los que cabe destacar los poetas Lucrecio,
Virgilio y Horacio).
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2. ¿Cómo entiende Epicuro la
felicidad?
3. ¿De qué dos modos puede buscarse
el placer y cuál es el que considera Epicuro el adecuado?
4. ¿Qué tipos de placeres diferencia
Epicuro?
5. ¿A qué denomina Epicuro Ataraxia?
6. ¿Cuáles son, según Epicuro, los
cuatro temores que suelen perturbar el ánimo de los seres humanos? ¿Qué propone
para superar esos temores?
7. ¿Qué tipos de deseos diferencia
Epicuro? ¿Cómo debemos actuar ante cada uno de ellos para llevar una vida
placentera?
8. Busca la Oda a la vida retirada
de Fray Luis de León. La puedes encontrar aquí: https://tirardelengua.wordpress.com/2011/11/30/oda-1-oda-a-la-vida-retirada-que-descansada-vida/
¿Encuentras alguna relación entre este poema de Fray Luis de León y la
ética epicúrea?
9. Señala similitudes y diferencias
entre la ética de Epicuro y la de Aristóteles.
11.
PRINCIPALES TEORÍAS ÉTICAS:
LA
ÉTICA DEL DEBER O DE LA DIGNIDAD KANTIANA
&1
El problema de la libertad
Recordemos,
de nuevo, que la ética es una
disciplina filosófica que surge de la reflexión sobre la moral y que pretende crear proyectos
morales racionales (esto es, que sean válidos para todos los seres humanos).
Pero
como los seres humanos somos seres libres, con una vida no predeterminada de
antemano, podemos crear muchos proyectos morales distintos y todos perfectamente
racionales.
Hemos
visto dos de esos proyectos morales: el desarrollado por Aristóteles y el desarrollado por Epicuro. Ahora vamos a ver otro proyecto ético, o de moral
racional, el desarrollado en el siglo XVIII por Immanuel Kant.
Kant
comienza por aclarar que el campo de la moral
es distinto del campo del conocimiento.
Conocer es conocer lo que las cosas o los fenómenos son. Mientras que la moral no trata de lo que sean o cómo sean las
cosas o los fenómenos, no trata de lo que hay, sino que trata de lo que queremos que haya.
Cuando
se le dice a alguien, «eso está mal», o «no debes hacer eso», no estamos
describiendo lo que hizo, sino diciendo que esa decisión no debería haberla
tomado, que debería haber tomado otra decisión, que hubiera dado origen a otra
realidad distinta. (Si, por ejemplo, robas algo creas una realidad distinta de
si no lo has robado. Cuando alguien te afea que hayas robado no se limita a
decir «Fulanito, te he visto saltando por la ventana de la casa de Menganito,
luego entraste sigilosamente en el comedor, donde había una vajilla de plata,
la agarraste sin que te viese nadie, la metiste en una mochila y saliste silenciosamente
con ella», sino que condena como mala esa conducta, ese hecho).
Por
eso una condición indispensable para que haya conducta moral es que podamos decidir hacerla o no hacerla, que
podamos elegir. Esto es, que seamos libres, que no tengamos una vida
predeterminada. Y ese es el primer problema con el que se encuentra Kant al
analizar la conducta moral. Porque ¿realmente somos libres? ¿Tenemos capacidad
de decidir por nosotros mismos? ¿No será nuestra conducta tan predeterminada
como la de un animal?
El
caso es que las ciencias, especialmente las ciencias de la época de Kant, parecen
conducir a una visión determinista
del mundo. Esto quiere decir que todo lo que sucede en la naturaleza está
determinado por relaciones causales y las leyes físicas que regulan esas
relaciones. De tal modo que, dada una causa, se seguirá necesariamente e
inevitablemente, un efecto. La naturaleza entera es una concatenación de causas
y efectos en donde todo está determinado de antemano. Nada, por lo tanto, sucede
libremente.
Es
decir, dado un estado de cosas va a producir otro, el cual va a producir otro,
etc. De modo similar a esos juegos que se hacen con piezas de dominó colocadas verticalmente
sobre su base más estrecha, de modo que al tirar la primera pieza esta tira la
segunda, la cual tira la tercera, etc., sucediendo al final algo que ya se
podía predecir al principio. La naturaleza entera sería un gigantesco juego de piezas
de dominó, en el que un suceso determina el siguiente y este al siguiente, etc.
Kant
está de acuerdo en que el mundo físico, natural, está gobernado
por relaciones de causa-efecto, y que, por lo tanto, en dicho mundo no hay
libertad. Pero Kant cree que, aparte del mundo físico, está el mundo de las decisiones
humanas. La voluntad humana, esto es, la capacidad humana de tomar
decisiones, es libre.
&2
¿Cuándo son libres nuestras decisiones?
Ahora
bien, ¿no podría suceder que nuestras decisiones, que nosotros creemos que son
libres, estuviesen también determinadas por leyes naturales como la de los minerales,
las plantas, los animales, etc.?
Si
dejo el bolígrafo con el que escribo en el aire y lo suelto se caerá al suelo
necesariamente. Puedo prever lo que va a pasar antes de hacerlo. El bolígrafo
no elige. Cuando coloco una planta viva al sol comienza a realizar el proceso
de fotosíntesis. También puedo prever lo que va a suceder antes de que suceda.
La planta no elije. Si dejo un perro hambriento ante un hueso con carne sé de
antemano, con total seguridad, lo que va a hacer, comer la carne y roer el
hueso. (Salvo que sea adiestrado por humanos para hacer otra cosa, pero entonces
también puedo prever lo que va a hacer).
¿Sucede
lo mismo con los humanos? Obviamente hay casos en los que sí. Si salgo por la ventana
pretendiendo permanecer en el aire me voy a dar un batacazo, porque sobre mí
opera la misma atracción gravitatoria que sobre bolígrafo que mencionamos antes.
Si me pongo al sol sin protección no realizaré la fotosíntesis porque mis
células no están preparadas para eso, pero me pondré moreno, me quemaré o me
pillaré un cáncer de piel, dependiendo de mi tipo de piel y de la cantidad de
tiempo que esté al sol. Si tengo hambre y dispongo de comida voy a sentir un
fuerte impulso que me llevará a comer, salvo que haya otro impulso contrario:
una determinada amenaza por ejemplo. Pero entonces solo se trata de que sigo el
impulso más fuerte en ese momento. No parece una decisión libre. ¿Dónde está
entonces la libertad de elegir?
Pues
bien, Kant está de acuerdo en que la mayoría de nuestras decisiones están
determinadas por impulsos, deseos, miedos, amenazas, etc., que no controlamos.
Pero dice que existe la posibilidad de que actuemos libremente siempre que se
den ciertas condiciones. ¿Qué condiciones?
Pues
básicamente que nuestra voluntad no se
deje determinar por nada externo a ella misma. (Es decir, que nuestra
voluntad no se deje influir por nada ajeno a ella misma a la hora de tomar decisiones).
¿Y
cuándo sucede eso? Pues cuando la
voluntad se da órdenes a sí misma.
Pero
para que la voluntad se dé órdenes a sí misma la voluntad tiene también que
obedecerse a sí misma. Es decir, la voluntad tiene que someterse a las
decisiones que se impone ella a sí misma. Y a eso, a someterse a las decisiones
que nos imponemos a nosotros mismos, se le llama actuar por deber.
De
ahí que la original conclusión a la que llega Kant sea la siguiente: actuamos libremente cuando actuamos movidos
por el deber (que nos imponemos a nosotros mismos). Cuando, por el
contrario, actuamos guiados por los impulsos, deseos, amenazas, miedos, etc.,
estamos determinados por causas que vienen de fuera de nuestra propia voluntad
y no somos libres.
Resumiendo:
(1) Para que haya conducta moral esta tiene que ser libre.
Un comportamiento que no sea libre (por ejemplo, que nos dé un ataque al
corazón mientras vamos conduciendo y matemos a un peatón) no tiene nada que ver
con la moral. No se puede acusar al conductor que ha sufrido el ataque de que
haya actuado moralmente mal o bien, porque él no ha podido elegir sufrir el
ataque).
(2) Solo hay conducta libre si la voluntad se da
órdenes a sí misma, sin dejarse influir por impulsos, deseos, amenazas, miedos,
etc.). Y eso sucede cuando actúa por deber.
(3) Por lo tanto, actuar moralmente es actuar por
deber.
(4) Por eso las normas morales tiene que
expresarse en forma de deberes (esto es, tienen que expresarse en forma de
un mandato que nos imponemos a nosotros mismos, en forma de un imperativo).
&3
Las
normas morales
A partir de estas conclusiones que hemos ido sacando
se trata ahora de encontrar unas normas morales para guiar mi conducta. Estas
normas morales, como ya hemos dicho, tienen que expresarse como un deber que la
voluntad se imponga a sí misma. Pero una norma que expresa un deber es lo que
en gramática llamamos un imperativo.
Ahora bien, los imperativos pueden ser de dos tipos:
hipotéticos y categóricos.
Un imperativo hipotético expresa un deber
pero condicionado a algo. Por ejemplo: «Si quieres estar sano "debes"
llevar una dieta equilibrada».
El problema es, cómo sé lo que tengo que hacer para
alcanzar eso que me dice el imperativo. En el ejemplo anterior, ¿cómo sé que
una dieta equilibrada me ayuda a estar sano? Pues estudiando cómo funciona la naturaleza,
en este caso estudiando cómo funciona el organismo humano, y ateniéndonos a ese
funcionamiento.
Pero entonces este tipo imperativos no sirven para
establecer normas morales, porque incumplen una de las condiciones que estas
deberían tener: que sean decididas libremente. Y, en este caso, yo no soy
libre de decidir que la dieta equilibrada me ayude a estar sano. Es el
organismo que funciona así, con independencia de lo que yo me proponga. (Lo que
sí podría decidir libremente es querer estar sano o no, pero eso ya sería otra
norma).
Tenemos entonces que las normas morales tienen que
expresarse en forma de imperativos, pero los imperativos hipotéticos no valen.
¿Tendrán que expresarse, entonces, en forma de imperativos categóricos? Veamos:
Un imperativo categórico es un imperativo que
expresa un mandato absoluto. Sin condiciones. Ejemplos de imperativos
hipotéticos pueden ser: «No debes robar», «No debes matar», «Debes ayudar a
quienes sufren violencia», etc.
Parece que ya hemos encontrado las normas morales
que andábamos buscando. Para comportarme moralmente solo debo seguir ese tipo
de imperativos que hemos mencionado. Y al revés, de quien no siga esos
imperativos diremos que es un inmoral.
Pero, un momento, ¿es así? ¿Las conductas que
cumplan con estas reglas son conductas morales?
&4
Actuar
«conforme» al deber y actuar «por» deber
Imaginemos la siguiente situación: tenemos a dos
clientes, que vamos a llamar A y B, en una sucursal bancaria, esperando que le
atienda el único empleado que hay trabajando. El empleado está atendiendo a un tercer
individuo que quiere hacer un ingreso considerable de dinero que trae en un maletín.
Pongamos que medio millón de euros. (Que entre un particular con medio millón
de euros en una sucursal no es muy creíble, pero se trata de una hipótesis imaginaria,
y puestos a imaginar...). En ese momento entra un atracador, que obliga al empleado
a apagar las cámaras para que no le graben y exige que le entreguen el maletín.
Pero resulta que el dueño del maletín estaba armado y saca su pistola. El
atracador muy nervioso, pues no contaba con esto, dispara varias veces matando al
dueño del maletín y al empleado del banco. Desbordado por la situación sale corriendo
dejando el maletín con el dinero encima del mostrador. Los clientes A y B miran
de reojo al maletín y hacen la siguiente reflexión:
A: ¡Medio millón de euros! ¡Esto es una ocasión de
las que se te presentan una vez en la vida! Si me los reparto con el pringado
de la derecha nadie se enterará jamás de que los hemos robado. Se lo voy a
proponer a ver qué pasa... Uff, espérate. ¿Habrá apagado el del banco todas las
cámaras? Que estos tienen sus trucos. No vaya a ser que al final me quede sin
un euro y con unos añitos de cárcel. Y encima la fama que te ganas para el
resto de tu vida... Bueno, mejor lo dejo que después de todo tampoco me va tan
mal.
B: ¡Medio millón de euros! ¡Esto es una ocasión de
las que se te presentan una vez en la vida! Si me los reparto con el pringado
de la izquierda nadie se enterará jamás de que los hemos robado. Se lo propongo...
Uff, ¡qué demonios estás pensando tío! ¡Acaso quieres convertirte en un ladrón!
Recuerda, ¡no se debe robar!
De modo que, finalmente, los dos clientes dejan el
maletín encima de la mesa y acuerdan llamar a la policía y una ambulancia y se
quedan esperando a que lleguen.
Pues bien ¿diremos de la conducta de esos individuos
que ha sido una conducta moral? ¿Es una conducta moral la de A? ¿Es una
conducta moral la de B?
Si consideramos como norma moral válida la de que
«no se debe robar» ciertamente los dos han cumplido con la norma. Ninguno de
los dos ha robado, ni lo ha intentado, teniendo ocasión de hacerlo.
Sin embargo parece que estaremos de acuerdo en que
la conducta de A no ha sido una conducta moral (aunque tampoco inmoral,
ciertamente, porque no ha robado). Y parece que estaremos de acuerdo en que la
conducta de B sí ha sido una conducta moral.
Pero si los dos han hecho lo mismo ¿en dónde está la
diferencia?
Obviamente no en «lo que» han hecho, sino en la
«voluntad» con la que lo han hecho.
El individuo A ha cumplido con la norma, pero por
miedo a las consecuencias. Su decisión no ha sido libre, ha sido condicionada.
Dos impulsos han luchado y uno, el miedo, ha vencido al otro, el deseo de riqueza.
Kant diría que el individuo A ha actuado «conforme» al deber, pero no
por deber.
En individuo B ha actuado sin pensar en ningún
condicionante externo, movido únicamente por un sentido del deber que se ha
impuesto a sí mismo. Tal individuo ha actuado, no solo conforme al deber, sino «por»
deber.
&5
El
imperativo categórico kantiano
Recapitulemos: tenemos que las normas morales tienen
que expresarse en forma de deberes. Que la expresión de un deber es un
imperativo. Que los imperativos hipotéticos no sirven para expresar normas
morales. Pero parece que cumplir con un imperativo categórico tampoco es
suficiente. Se puede cumplir con el imperativo categórico «no debes robar»,
como hemos visto en la hipótesis anterior, sin que eso signifique que nuestra conducta
sea una conducta moral.
El problema es, que bajo la apariencia de cumplir
con un imperativo categórico estamos cumpliendo con un imperativo hipotético.
El individuo A, que no roba, en realidad lo hace porque no quiere ir a la
cárcel, ganarse mala fama, etc. Parece que está cumpliendo con el imperativo
categórico que dice: «No debes robar». Pero en realidad está cumpliendo con el
imperativo hipotético que dice: «Si no quieres ir a la cárcel, ganarte mala
fama, etc., no debes robar».
Por eso un auténtico imperativo categórico, una
norma moral, no debe decir lo que debes hacer, sino que debe indicarte la
voluntad con la que debes actuar. Es la voluntad con la que actúas lo que
convierte tu decisión en moral o inmoral. No lo que «de hecho» hagas.
Y ahora ya tenemos todas las condiciones para
elaborar una norma moral:
(1) Tiene que expresar un deber, y por lo
tanto tiene que tener la forma de un imperativo.
(2) Tiene que tener la forma de un imperativo
categórico.
(3) Tiene que decir con qué voluntad debes
actuar, no lo que debes hacer porque esto es lo de menos.
Pues bien, Kant encuentra una norma que cumple estas
condiciones, y a la que se le ha denominado imperativo categórico kantiano.
Esa norma aparece expresada de dos formas básicas, que son las siguientes:
«Debes obrar de modo
que puedas querer la máxima de tu acción como una ley universal». (Es decir, obra de tal modo que lo que consideres
válido cuando lo hagas tú debes considerarlo válido cuando lo haga cualquier
otro).
«Debes obrar de modo
que tomes la humanidad, tanto en tu persona como en la de cualquier otro,
siempre como un fin y no solo como un medio».
(Esto es, al actuar debes considerar siempre que las personas son fines, tienen
valor por sí mismas, y no solo medios o instrumentos para tus intereses).
&6
Normas morales y dignidad
Como
hemos visto las normas morales que se desprenden de la concepción kantiana de
la moral nos llevan a sostener que para que haya comportamiento moral el individuo
no puede estar sometido a nada fuera de sí mismo. Esto es, la vida de la
persona no debe estar hecha en función de nada fuera de sí misma. Lo que es lo
mismo que decir que la vida de las personas tiene valor por sí misma, no es un
mero instrumento al servicio de algo.
Pues
bien, a eso, a no estar sometido a nada fuera de sí mismo, a no convertir a la
vida de las personas en un medio al servicio de otra cosa, es a lo que se llama
dignidad humana. Por eso se puede decir que el fin último al que conduce
la moral kantiana es la defensa de la dignidad.
&7
Éticas
materiales y éticas formales
Una
vez que Kant ha desarrollado su proyecto ético, o de moral racional, clasifica
todos los proyectos éticos desarrollados hasta entonces en dos tipos, que llama
éticas materiales y éticas formales.
Éticas materiales son
aquellas que te dicen lo que debes hacer, aquellas cuyas normas establecen un
contenido: no robar, no matar, seguir los deseos naturales y necesarios pero no
los innaturales e innecesarios (como dice Epicuro), etc. A eso que debes o no
debes hacer le llama Kant la materia de la norma. Pero eso a este tipo de éticas
le llama éticas materiales. De estas éticas dice Kant que, propiamente hablando,
no son éticas, sino estrategias para llevar una vida más o menos cómoda, más o
menos feliz. Según Kant todas las éticas desarrolladas hasta entonces (la de
Sócrates, la ética aristotélica, la hedonista de Epicuro) son éticas materiales.
Éticas formales son aquellas que ponen
el acento en la voluntad con la que se debe actuar y no en lo que de hecho se
hace. Es decir, aquellas cuyas normas no te dicen lo que debes hacer sino la voluntad
con la que debes hacerlo. A la voluntad con la que cumples una norma le llama
Kant forma de la acción. Por eso a este tipo de éticas le llama éticas
formales. La única ética formal desarrollada hasta entonces es la suya propia.
ACTIVIDADES
1. Subraya los términos del texto
cuyo significado no conozcas y búscalo en un diccionario, en alguna página
fiable de Internet, o pregúntaselo a tu profesor. (Te puede ser útil el blog: http://terminoseticosypoliticos.blogspot.com/).
2. ¿Cuál es la condición fundamental para que existan conductas morales? (Es
decir, para que una conducta pueda ser juzgada como moralmente buena o
moralmente mala).
3. ¿Qué es el determinismo?
4. ¿Qué características tiene que tener una decisión, según Kant, para
que se pueda decir que es una decisión libre?
5. a) ¿Qué es un imperativo? b) ¿Qué es un imperativo hipotético? c)
¿Qué es un imperativo categórico?
6. a) ¿Qué diferencia hay, según Kant, entre actuar conforme al deber y
actuar por deber? b) ¿Cuál de estos dos modos de actuar es el propiamente
moral? ¿Por qué?
7. ¿Qué características ha de tener una norma para que se la pueda
calificar de norma moral?
8. ¿Qué es y qué dice el imperativo categórico kantiano?
9. a) ¿Qué entendemos por dignidad? ¿Por qué la ética kantiana conduce a
la defensa de la dignidad humana?
10. a) ¿A qué llama Kant éticas materiales? b) ¿A qué llama Kant éticas
formales?
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